08 enero 2018

PAZ BASCUÑAN Y LAS ESTADÍSTICAS CULTURALES


Una tranquila tarde de domingo, faltando 40 minutos para el inicio de una función de No estoy loca, mi esposa me sugirió ir a ver la película protagonizada por Paz Bascuñán y dirigida por Nicolás López. Mientras ella conducía, adquirí las dos entradas por internet, por el equivalente a diez dólares; llegamos a tiempo al cine y pudimos entrar directamente a la sala, esgrimiendo solo el código de barras en un teléfono inteligente. Había bastante público, para lo habitual en una película chilena, y la experiencia fue mejor aún que la facilidad de acceso. Lo que hace pensar -tuvo 27 mil espectadores en su primer dia de cartelera-  que volveremos a encontrarnos con la talentosa actriz engrosando el listado de las próximas cintas nacionales más vistas, tal como las estadísticas de 2016 favorecieron a su anterior actuación en Sin Filtro, con 1.284.553 espectadores, lejos de quienes la siguieron: Argentino QL (271.412) y Neruda (94.236). 


Pero, en 2016 hubo en Chile muchos mas asistentes al cine: 27,5 millones, un 6,5% mayor que el año anterior, solo que el 90% asistió a filmes estadounidenses y 6% a películas nacionales. Por contraste, el total de usuarios en museos de la DIBAM alcanzó a menos de un diez por ciento del cine: 2,5 millones, siendo todos con entrada gratuita. Lo que dejaría en evidencia que las grandes asistencias de público no tienen que ver necesariamente con la gratuidad de la oferta sino con las facilidades de acceso.


Las cifras pertenecen a la publicación Estadísticas Culturales, Informe Anual 2016 del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Estadísticas, que busca contribuir a la generación de estadísticas sistemáticas sobre las actividades de agentes participantes en el sector cultural. La publicación 2016 se elaboró con registros administrativos de 41 informantes públicos y privados, más la aplicación de la Encuesta de Espectáculos Públicos a 800 recintos que desarrollan actividades culturales y deportivas, y de la Encuesta Anual de Radios, ambos del INE.

Sigamos con los datos: de 204 películas estrenadas en el país, el 60% provino desde Estados Unidos, el 21% son europeas y solo un 7% de filmes chilenos. Las tres películas más vistas: La Era de hielo: choque de mundos, Buscando a Dory, Capitán América: civil war.

La comercialización de producciones audiovisuales para cine recaudó $90.249 millones aproximados, por concepto de películas estrenadas y exhibidas en el país. Esto representa una variación positiva del 5%. La mayor parte de la recaudación provino de películas estadounidenses (91%) y, en una cantidad mucho menor, a películas chilenas (5%) y a filmes europeos (2%). El cine chileno, por concepto de recaudación, presenta un alza de un 87% en comparación al 2015.

Mientras el total acumulado de usuarios registrados en las bibliotecas públicas de la DIBAM durante 2016 corresponde a 1.028.002 personas, el número de sesiones de acceso gratuito a internet en las mismas asciende a 4.104.890. Se podría estimar teóricamente que cada uno del millón de visitantes ingresó 4 veces a internet, lo que daría una nueva vida a las bibliotecas.

El estudio Oferta y consumo de cine en Chile, registró 380 salas de exhibición, 215 se encuentran en la región Metropolitana, un 55% del total.

En el Día Patrimonio participaron 286 edificios y 227 recorridos en todo el país. El público total fue más o menos la mitad que los espectadores de Sin Filtro, 601.981 personas, lo que representa incluso un aumento del 14%. El 65,5% las visitas corresponden a personas de regiones distintas a la Metropolitana, región en la que  disminuyó en un 48% mientras en el resto del país aumentó en un 46%. Es decir, hay un gran potencial, si se aumenta la oferta a nivel de regiones.


Para el sociólogo Fernando Ossandón editor del libro Cultura, Patrimonio y Autofinanciamiento  (RIL, 2016) "en los últimos años se ha impuesto la idea de trabajar de manera más integrada e integradora, especialmente a nivel de territorios, en lo que se ha dado en denominar 'paisaje cultural'. Lo que a primera vista pudiera leerse como un prurito académico, en realidad es revelador de un desarrollo cultural que compromete a las comunidades que integran el territorio de manera global, donde lo material y lo inmaterial se entrecruzan constantemente con el habitar medioambiental y donde es difícil –después de un tiempo- identificar cuál es o sigue siendo el factor gatillador del desarrollo económico, social y cultural. Así por ejemplo, al interior de Arica un grupo de profesionales se propuso restaurar iglesias locales, siguiendo el ejemplo de Chiloé con su circuito de iglesias patrimonio de la humanidad y a poco andar se toparon con una comunidad de lugareños que en realidad vive en Arica, pero se motivaron a restaurar sus pueblos y sus vidas con una perspectiva económica social diferente, retornando más a menudo a sus localidades de origen y desatando proyectos de inversión comunitaria de variada índole".

Ossandón propone, además, considerar las cifras del programa Museos de Medianoche, iniciativa mediante la cual 112 museos y centros culturales abrieron, en 2017, sus puertas hasta las 24 horas. "Junto con lo novedoso que resulta visitar un recinto cultural de noche, lo más importante es que conecta a estos recintos con sus públicos en un horario de descanso y distracción, no laboral. No deja de ser un obstáculo mayor al uso cultural de los museos que estos se encuentren abiertos al público en horarios en que ésta –mayoritariamente- se encuentra trabajando".

Otra contribución a facilitar el acceso del público, es adecuando horarios, como lo acaba de hacer el museo Gabriela Mistral de Vicuña, que amplió sus horarios durante enero y febrero.

Tampoco es mala la idea que, -como en Buenos Aires- se fusionen el día del patrimonio con el día de los museos de medianoche y lograr así una participación masiva, implementando incluso circuitos especiales de buses y metro.


Las cifras expuestas, que corresponden solamente a cine y los museos y bibliotecas públicas,  sugieren que ellas tienen potencialidades de crecimiento. Por una parte, incorporando museos y espacios culturales que no pertenecen a la DIBAM -hay tres centros culturales que superan, cada uno, el millón de visitantes anuales- y por otra, incrementando la oferta cultural en regiones.   

Se hace imperioso, en tiempos de nuevo Ministerio, establecer coordinaciones mayores entre espacios culturales que ocupan similares territorios y por ende están compelidos a desarrollar actividades conjuntas

A la vez, las entidades que realizan esta encuesta anual deben establecer mecanismos para registrar oportunamente tal realidad emergente.

Que no tengamos que esperar casi dos años, hasta fines de 2019, para enterarnos el impacto integral de las cifras de público de No estoy loca, estrenado el 4 de enero de 2018.

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