26 octubre 2017

BALMACEDA ARTE JOVEN: EL VECINO CUMPLE 25

Con una ceremonia en el Museo de Arte Contemporáneo, la presencia de la Presidenta, Michelle Bachelet, el Ministro de las Culturas, Ernesto Ottone y el Alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, se realizó la celebración de los 25 años de Balmaceda Arte Joven. La corporación cultural que nació en 1992, tras el regreso a la democracia en Chile, ha marcado la historia del arte en nuestro país, siendo el semillero de reconocidas figuras, de diversas disciplinas. 


Su creación se derivó de la existencia, al interior del "predio" de la Estación Mapocho, de un edificio de los años cuarenta, imaginado por el arquitecto Ventura Galván, que albergaba a los ingenieros de ferrocarriles: siete pisos, dos subterráneos y una sólida terraza. Sus espacios de trabajo "privados" con solventes enchapados de madera noble, resistieron bien el trabajo ingenieril, luego el abandono del edificio y más tarde, las oficinas del naciente Centro Cultural Estación Mapocho que ocupó sólo el piso seis, sin ascensor.

El resto fue destinado, en un comienzo, a albergar un añejo compromiso de mostrar el famoso Museo de Cera que alguna vez maravilló a los santiaguinos en el edificio centro del centro, en la década de los cincuenta, que había reposado décadas en la cercana Barraca de Fierro Salomón Sack, pero que no resistió el paso del tiempo.

Mientras se exponían las figuras de cera, que en realidad eran de madera, en otro edificio de siete pisos, en la Alameda, el Ministro de Educación Ricardo Lagos su asesor  de asuntos juveniles, José Weinstein, junto a  la Directora de la División de Cultura, Pilar Armanet, esbozaban el destino que tendría la sólida construcción que bordeaba la Estación Mapocho. Mientras, por sus vacías oficinas pasaron una lujosa productora del cineasta Helvio Soto, que puso allí una escenografía -bien fundada en los valiosos muebles de los anticuarios del barrio- para recibir a supuestos financistas de una película y otros usuarios eventuales.

Lagos quería que en Balmaceda 1215, la dirección de la calle en que se ubica su ingreso, se estableciera una especie de jardín infantil donde los padres que concurrirían al naciente Centro Cultural vecino dejaran a sus hijos en buenas manos. La sentencia de la Junta de Jardines Infantiles fue categórica: los niños no pueden dejarse en edificios de altura, la ley no le permite. Sus asesores, entonces fueron subiendo la edad de los eventuales usuarios, hasta coincidir en los escolares de educación media: sería un lugar donde los jóvenes podrían experimentar su posible vocación artística en teatro, literatura, rock, baile, cómic y cuantos otros talleres se pudiese, hasta ocupar incluso dos subterráneos abandonados ya hace mucho más tiempo que las oficinas de los ingenieros.

La tarea de crear el centro se la encomendó al propio Weinstein, su primer director, prontamente reemplazado por otro eficiente emprendedor vinculado a la entonces División de Cultura, que había organizado el FONDART: el sociólogo Gonzalo Vío.

Lo que siguió fue más conocido: durante un tiempo, en su segundo piso se estableció el departamento de Juventud de la Municipalidad de Santiago al que pronto se agregó una notable biblioteca surgida de la generosa donación de la muestra Letras de España, incrementada luego volúmenes donados por la Cámara Cubana del Libro.

El crecimiento de Balmaceda 1215, lo hizo extenderse a todo el edificio y hasta algunas sedes regionales. Su prestigio en relación con el Arte Joven fue creciendo y un buen número de Alcaldes e Intendentes, buscaban que se instalara en sus territorios.

A Vío lo reemplazó Alejandra Serrano y a ésta -que luego de una fructífera labor, pasó a dirigir el CCPLM- la psicóloga Marcia Tolosa, que estuvo poco tiempo. La siguió el arquitecto Felipe Mella, que de allí saltó a dirigir el GAM.

Un concurso público de alta participación, llevó a su dirección a Loreto Bravo, su actual líder, a quién le correspondió celebrar el primer cuarto de siglo, con el nombre de Balmaceda Arte Joven,  formando jóvenes bajo el concepto El Arte Transforma, en música, danza, teatro, artes visuales y cine. 

“Balmaceda es una Institución Cultural muy activa y aportadora a las políticas de desarrollo cultural del país -afirmó Bravo en su discurso aniversario- y tiene un liderazgo como entidad que ofrece a los y las jóvenes formación artística, pero sobre todo crea las condiciones para que desplieguen su creatividad, expresen su lectura crítica de la realidad, se integren a una comunidad de sentido y confíen en sus proyectos de vida. El arte transforma vidas, puede contribuir a la transformación que queremos hacia una sociedad más justa y solidaria”.

Durante la ceremonia, la Presidenta Michelle Bachelet celebró "a una de las primeras iniciativas culturales de la democracia recién recuperada, que desde sus orígenes aúna en su quehacer la creación y el combate a la desigualdad”.

La Mandataria, agregó que estos 25 años “marcan la continuidad de una política de Estado, dirigida muy especialmente a esos hombres y mujeres entre los 14 y los 29 años que llegan a Balmaceda, en Antofagasta, Valparaíso, Santiago, Biobío y Los Lagos para descubrir sus vocaciones, desplegar su talento y sentirse parte de una comunidad que se construye día a día a la medida de sus sueños y sus ambiciones”.

La ceremonia culminó con la presentación de la compañía UltraVioleta y la cantautora, Pascuala Ilabaca.

Alumnos de BAJ, como gusta decir a sus entusiastas usuarios.

16 octubre 2017

NUEVO MINISTERIO ¿CÓMO VIENE SU INSTALACIÓN?



El reciente encuentro de candidatos presidenciales para debatir sobre cultura, al que asistieron solo tres postulantes, soslayó la que será la primera ocupación del Ministro de las Culturas, a contar del once de marzo próximo: la instalación del nuevo Ministerio cuya ley se acaba de promulgar. "Paralelamente a la ley del nuevo ministerio hay dos Decretos con Fuerza de Ley (DFL) que estipulan cuánto tiempo debe pasar para que el Ministerio de las Culturas entre en vigencia: seis meses", señaló a la prensa el actual Presidente del CNCA, Ernesto Ottone. 


A pesar de que la implementación inicial toma un semestre, Ottone reconoce que la simbiosis total de los organismos involucrados es una carrera de fondo. "Es imposible que en tan poco tiempo esté totalmente implementado el nuevo ministerio. Sólo el proceso de traspaso de funcionarios y la determinación de los nuevos grados tomará cerca de cuatro años. Por otro lado, la construcción de las oficinas de los archivos regionales va a tomar ocho años", explica.

"Los funcionarios de la Dibam y el CMN se verán beneficiados porque se homologarán las remuneraciones. Aquellos profesionales ganan menos que los del Consejo, pero ahora sus sueldos serán equivalentes. Significa, también, que habrá igualdad de condiciones para desarrollar políticas de Estado".

Para concretar esta orgánica se destinarán cerca de $ 17 mil millones al presupuesto actual de ambos organismos, que bordea los $ 172 mil millones anuales. La mayor parte de los recursos irán a la homologación de sueldos y a la creación de 451 puestos de trabajo, 345 en regiones y 86 en Santiago.

"Donde se van a crear nuevos puestos de trabajo es en regiones, con las direcciones regionales del Servicio de Patrimonio, por ejemplo, que hasta ahora no existen".


Los primeros dardos contra este diseño, vinieron tres dias después de la promulgación, de parte de Álvaro Fischer, ex Presidente de la Fundación Chile y actual consejero de la campaña de la candidatura del ex Presidente Sebastián Piñera, quien señaló en carta a El Mercurio que "creando nuevos ministerios, solo porque cada actividad relevante del país cree alcanzar cierta dignidad si se crea uno, está mostrando, penosamente, su ineficacia".

Y fundamenta: "La creación del Ministerio de Cultura significa agregar 17 mil millones de pesos al presupuesto de 2018, solo para cambiar su estatus de Consejo de la Cultura y las Artes a Ministerio, sin que quede claro qué le aporta eso a la cultura. No es la creación de burocracia institucional en la forma de ministerios, con seremis regionales y todo el resto de los gastos asociados, lo que impulsará una actividad determinada, sino la convicción política de que eso es lo que le conviene al país, traducido en recursos y políticas públicas de calidad", rematando que "hay mejores formas de canalizar los fondos necesarios para ello que seguir creando nuevos ministerios, los que inevitablemente impone un peaje despilfarrador y una fricción burocrática a esa tarea".

Es aconsejable que esta discrepancia al menos con los ex Ministros de su sector -Luciano Cruz Coke y Roberto Ampuero- que presentaron, respaldaron y celebraron hace tres dias la Ley 21.045, no se extienda, pues podría derivar en diferentes maneras de abordar la instalación de este Ministerio y nuevas demoras.

Presumiendo que todos los presidenciables respetarán la legislación promulgada, sería de gran interés que aclaren su postura este respecto, pues no sería presentable que cualquiera de los posibles futuros mandatarias o mandatarios, en lugar de instalarlo, pretendan des-instalar aquello aprobado y que ni siquiera ha comenzado su implementación.

No deja de ser un llamado de alerta al mundo de la cultura, apenas terminadas las celebraciones.

12 octubre 2017

HABÍA UNA VEZ, UN TRECE DE OCTUBRE


Libro de Oro del CCEM, 13 de octubre 1994

Hay fechas en las que los sucesos se atropellan. Como el trece de octubre, en el campo de la cultura. Ese día de 1994, luego de cuatro años de vida de okupas, la corporación que gestionaba el Centro Cultural Estación Mapocho, recibió del Estado de Chile, a través de la titular de Bienes Nacionales, el comodato que le aseguraba legalmente su condición de responsable del espacio por cinco años. Esa misma Ministra -luego de varios comodatos renovados, el más reciente por 20 años- es hoy la Presidenta de la Corporación Cultural de la Estación Mapocho, la señora Adriana del Piano.

Han pasado 23 años y la celebración de ese 13 de octubre se ha acompañado por acontecimientos tan variados como reveladores. Uno de ellos, como ya se hace hábito un viernes de octubre, las instituciones patrimoniales del país convocamos a Museos de Medianoche, oportunidad para que los ciudadanos visiten -sin luz solar- los espacios que conservan patrimonio y acogen actividades culturales, que se engalanan para la ocasión. 

Por otro lado, el cambiante y amenazante clima en Santiago quiso que un hermoso concierto de homenaje a Violeta Parra, en su centenario, desde los balcones del Palacio de La Moneda, se trasladará también para el atardecer del viernes 13 de octubre.

Sin embargo, lo más trascendente de ese día estará ocurriendo al interior de la sede del gobierno: la Presidenta Michelle Bachelet pondrá su firma para promulgar -convertir el Ley de la República- el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, principal legado cultural de su mandato y del Ministro Ernesto Ottone.

Sin duda, la fecha pasará a la historia acompañada de los gestos simbólicos que la arroparon:

La noche de los museos que representa la gran cantidad de centros culturales y museos, públicos y privados, que extienden sus horarios habituales para que la ciudadanía elabore y recorra circuitos inéditos hasta que llegue la medianoche. Ejemplo de cómo se ha ido tejiendo, no sin dificultades, una política pública orientada a coordinar y mejorar la gestión de nuestro patrimonio inmueble.

El homenaje -no el único ni quizás el más masivo- a la recopiladora, cantante y artista múltiple que es Violeta Parra desde el lugar y sus balcones desde donde  tantos gobernantes, deportistas, líderes religiosos y de todo tipo han recibido el reconocimiento popular. Revelando también como una política pública desde el Consejo Nacional de la Cultura, que financió, gestionó y convocó a un año de reconocimientos, se muestra exitosa. Tanto que aún sus funcionarios trabajan en recopilar la multitud de acontecimientos que ocurrieron ante el llamado del organismo público participativo que el mismo día deja feliz paso a un ente de ambición superior, un Ministerio.

El más silencioso de los acompañamientos será el nuevo aniversario del Centro Cultural Estación Mapocho, pionero de nuestras políticas culturales, primera infraestructura cultural del país llamada a ser administrada por un ente privado sin fines de lucro, conservando propiedad estatal y origen de la inédita política de infraestructura cultural que aplicó con excelentes resultados el Consejo Nacional de la Cultura y que desde ahora deberá asumir el nuevo Ministerio.

Silencioso porque la magnitud y relevancia de las felices coincidencias de fecha implican más trabajo en beneficio del público y porque lo que la alegría aconseja es aplaudir sin distracción a los colegas de centros culturales y museos, a la genial Violeta Parra y al naciente Ministerio que será rector de la cultura en Chile y que, no obstante, como señaló la Presidenta Bachelet, conserva sus mecanismos de participación de la sociedad civil.

No se podía esperar más para un cumpleaños.

02 octubre 2017

¿QUÉ LES PEDIRÍAMOS A LOS CANDIDATOS (AS)?



Con un estimulante #EnPedirNoHayEngaño, el Observatorio de Políticas Culturales ha lanzado una ofensiva en redes sociales para rankear del 1 al 9 las solicitudes que el mundo de la cultura debe hacer a los 8 actuales candidatas y candidatos a la Presidencia de la República. Una por cada postulante y una novena de "libre disposición". Un avance si pensamos que en 1998 las demandas que llegaron al poco después electo presidente, Ricardo Lagos, fueron 120 (como el vino). Al menos la primera de ellas: crear el CNCA y varias más, fueron cumplidas en su sexenio.


Me permitiré recoger el guante y exponer, justificando, mis preferencias.

En primer lugar, la ya presentada Ley que crea el Consejo Nacional de las Artes Escénicas. Ha sido un trabajo minucioso del mundo del teatro, la danza, el circo y los titiriteros, bien acogido y orientado por el CNCA y que tiene la siempre bienvenida sonrisa de los rostros de cine, TV y teatro cuando se reúnen los parlamentarios a analizarla. Contiene los mismos principios legislativos de sus pares de la música, la lectura y el audiovisual, es decir, crear un fondo de recursos y un consejo participativo que los asigne. No debiera, por tanto, tener mayores dificultades y ser el primer logro legislativo en el campo cultural del próximo gobierno. Bueno, bonito y rápido...

El segundo preferido es la actualización de la Ley de Monumentos. Una legislación atrabiliaria que no resiste dilación. Es un lugar común que las declaraciones de monumentos son "un cacho" y que se han utilizado como medida agónica para salvar algunos emblemáticos edificios de la retroexcavadora. Con un nuevo Servicio Nacional del Patrimonio, descentralizado y por ende, con Directores Regionales con poder, están dadas las condiciones para que se perfeccionen, amplíen criterios y aceleren las futuras declaratorias de monumentos. No auguro un debate legislativo -de entrar pronto a esas aguas- sencillo pues en este terreno hay discrepancias respecto del concepto de patrimonio entre los diferentes sectores políticos. Podría ser la ley que aúne y logre consenso, pero no pensemos que será rápido.

En tercer lugar propongo preocuparse de la incorporaciòn de la educación artística en los programas de educación, más que en la "reforma educacional" que es una caja de sastre que contiene muchas agujas e hilos diferentes no siempre combinados. Hace poco, en una reunión de Espacio Público, precisamente con una de las candidatas destinatarias de este casi decálogo, un académico afirmó con convicción que -dados la cantidad de docentes en formación y la baja de la población en edad escolar- pronto "sobrarían" profesores. Extraordinaria oportunidad para reclutarlos para la enseñanza de las artes, alcanzando así dos pájaros de un solo disparo: bajar la eventual cesantía docente y aprovechar su vocación formativa para transmitir conocimientos y práctica de artes y cultura.

La cuarta prioridad es la que dice relación con el mejoramiento de las condiciones laborales de creadores, intérpretes y gestores. Es obvio que no es una solo legislación sino un paquete de medidas que hoy están, o no, en diferentes leyes. Hay aspectos de salud, de previsión, de casas de retiro, de impuestos, de horarios de trabajo y descanso, de protección ante la robótica... Sin descartar la discusión que se abrirá sobre la protección del "producto nacional", frente al extranjero. Una temática tan delicada como urgente. Por tanto, no tomará poco tiempo. 

La quinta prioridad, es para mí el punto 9: otros. Crear un Consejo Nacional de la Infraestructura y la Gestión. A semejanza del de artes escénicas, con un fondo para apoyar la gestión, mantención, estudios, compartir experiencias y programaciones, de los grandes y no tan grandes espacios culturales que en los últimos años han poblado nuestro país, sea con vocación nacional, regional o local. Y un consejo participativo de la sociedad civil, administradores de espacios y públicos usuarios que asignen dichos recursos. Una ley simple, de fácil consenso, si los involucrados "se ponen las pilas".


Con estos cinco aspecto ya tenemos para un gobierno de cuatro años.


Quedan para otra oportunidad la Ley de cuotas para el cine chileno, un aspecto que ha sido cuestionado en la llamada ley del 20% para la música, con resultados dudosos; la incorporación de derechos culturales en la Constitución, lo que implica definir si estamos entendiendo "derecho a la vida cultural" como lo consagra la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU o unos sospechosos derechos culturales que han avanzado terreno en algunos círculos, que fueron afortunadamente desechados en las discusiones al respecto, llevadas adelante en la Convención del CNCA.

Si queremos poner la carreta delante de los bueyes... esto es que se fije primero un monto de dinero y luego veremos cómo gastarlo (el 1% del PIB), es no conocer ni de cerca a un Ministro de Hacienda ni a un modesto encargado de presupuestos, que dirán siempre: "traiga primero en qué lo va a gastar y luego veremos cuánto tengo y cuánto le puedo dar".

Bueno y pensar que he cambiado mi posición respecto del IVA del libro (punto 1) es tampoco conocerme.  Este aspecto ya se resolvió en 2003, cuando se aprobó la Ley de Fomento del Libro y la Lectura, que ha resultado bastante bien y que ya tiene un Plan Nacional de Lectura 2015-2020 que causa envidia en países vecinos y ha llamado la atención del propio CERLALC, organismo de Naciones Unidas que nos asesoró para aprobar la Ley.

En síntesis, cinco puntos para apoyar desde el mundo de la cultura y por cierto queda aun espacio para la creatividad de los señores y señoras candidatos.

Es justo.