21 enero 2013

SCARLETT JOHANSSON Y LOS PREMIOS NACIONALES

Oscar Hahn no pudo haber imaginado mejor mensajero de su merecido Premio Nacional de Literatura. Estaba con su esposa viendo una película de Woody Allen para matar los nervios de la espera de un eventual llamado del Ministro de Educación con la noticia, cuando sintió repentinos deseos de tomar un vaso de leche, literaria alusión a Manuel Rojas. Al regresar con la leche tibia en sus manos, en la película de la televisión había un hombre en una cama que tenía un sector desocupado. De pronto regresa  la ocupante y el solitario le pregunta ¿qué hacías a las 4 de la mañana? Fui a buscar un vaso de leche tibia, respondía Scarlett Johansson desde la pantalla. En ese momento Hahn no dudó que se había ganado el Premio. A los pocos minutos, sonó el teléfono.

Fue el punto más recordado del discurso con que el poeta agradeció la distinción en el patio de las Camelias del Palacio de La Moneda, el lunes 21 de enero de 2013. Por cierto, no fue su única alusión. Agradeció a su esposa, su familia y a su compañero de tantas andadas poéticas, Pedro Lastra, quién blandía casualmente en sus manos un ejemplar del diario El País en el que el vate colombiano Darío Jaramillo mencionaba a ambos -Hahn y Lastra- como parte de la pléyade de "poetas invisibles" de América Latina.

En la jornada también se hizo visible una original muestra poético-musical de anti poemas de Nicanor Parra y música del compositor nacional Gabriel Matthey, interpretada por el Ensemble Bartok, que sorprendió a una audiencia que ya había disfrutado de las gratitudes del doctor Ricardo Uauy, Premio Nacional Ciencias Aplicadas y Tecnológicas, quién se confesó muy contento de un país que reconoce al descendiente de un inmigrante de tercera generación, cuyo abuelo dejó Palestina huyendo del imperio Turco Otomano, a inicios del siglo XX. "El crecimiento del físico -señaló con sabiduría- es previo al crecimiento de la economía" por lo que instó a las autoridades a fomentar el desarrollo de la salud y la educación antes que el financiero, dando como ejemplo a Francia, dónde el mejoramiento de los niveles de estatura de la población precedió a su mejoría económica.

Por su parte, el doctor Bernabé Santelices, Premio Nacional de Ciencias Naturales, agregó que transitamos hacia la sociedad del conocimiento, "cuya carta de ciudadanía es la educación" y en la que la investigación es central. Lamentó que haya sólo 5 o 6 universidades -las mismas de siempre- que investigan, no obstante, aclaró que Chile puede esgrimir avances en áreas de estudios como desarrollo frutícola, sismología, astronomía, ciencias de la tierra, ecología y organismos marinos, su especialidad, en algas, bivalvos y salmones.

Juan Pablo Izquierdo, Premio Nacional de Artes Musicales, agradeció a su esposa, Trinidad, a la Universidad de Chile y evocó sentidamente a dos grandes pioneros y  visionarios de su especialidad: Domingo Santa Cruz y Fernando Rosas, junto con recordar sendos conciertos de música de compositores chilenos dirigidos al gran público; uno de obra de Carlos Zamora en el desierto florido y otro de Fernando García en la inauguración del Centro Cultural de Alto Hospicio. Reconoció la abnegada labor de los músicos de la Orquesta de Cámara de Chile y el respaldo que reciben del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

El Premio Nacional de Historia, profesor Jorge Pinto, arrancó aplausos cuando se confesó producto de la educación pública, destacando su formación en ciudades diferentes a la capital como La Serena, Antofagasta,Tocopilla, Valparaíso y su querida Araucanía, dónde ejerce actualmente en la Universidad de la Frontera. Ello le permitió referirse a un completo listado de intelectuales y personalidades preocupadas de la causa mapuche, desde Lautaro, Ambrosio y Bernardo O´Higgins a Gabriela Mistral y Eliucura Chihuailaf, reuniéndolos con los actuales líderes mapuche, que luchan por los derechos de su pueblo.

Ello dio pié al Presidente Sebastián Piñera, que cerró la ceremonia, para anunciar dos relevantes medidas de su gobierno al respecto: "máxima prioridad y urgencia" al reconocimiento constitucional de los pueblos originarios, y la "creación de un Consejo de nuestros pueblos originarios que sea realmente representativo de su historia, de su tradición y de su cultura".

El Presidente, además, expresó a Pinto que sus escritos han sido fuentes de inspiración de estas medidas, recordando que el rol de Estado en cultura es "crear condiciones para que florezcan todas las flores". Mencionó en este contexto que está por aprobarse en el parlamento una modificación a la ley de donaciones y que se estudia la creación de un Ministerio que "simplemente coordine mejor" los diferentes organismos existentes en el ámbito cultural.

Finalmente, la autoridad agradeció su obra a los cinco chilenos, a quienes calificó como "enlaces entre la historia y el futuro".

Es de esperar que esta ceremonia de entrega de los Premios Nacionales en La Moneda, de suyo loable, mantenga este entorno y sea recordada como el momento en que se inició un nuevo futuro para nuestros pueblos indígenas.

Los galardonados no lo olvidarán.

17 enero 2013

LEY DE DONACIONES:LO REAL MARAVILLOSO

Soy de los que comparto con Gabriel García Márquez que su condición es más la de notario que de creador, un mero registrador de la realidad maravillosa que le tocó en suerte vivir, en el Caribe. Por lo mismo, suelo afirmar que la realidad ofrece historias mucho más improbables que la ficción. He reafirmado esta idea al conocer la situación -la triste situación- que enfrenta la en algún momento unánime modificación de la Ley de Donaciones Culturales, hoy en el Congreso de Macondo, perdón, de Valparaíso.

El articulado, hasta el 30 de julio 2012, avanzaba con buen pronóstico, excepto sobre un tema, la incorporación de empresas con fines lucro entre los receptores de donaciones. Con esa fecha, convocado por  la Comisión de Hacienda del Senado, expuse mi opinión al respecto.

¿Qué hace una empresa de menor tamaño, de carácter exclusivo artístico o cultural, si se le ofrece un negocio de otro rubro? Crea otra empresa o amplia su objeto social y deriva sus energías hacia allí. A diferencia de las entidades sin fines de lucro que estamos obligados a perseverar en ello, por nuestro origen y misión fundacional. Podríamos por tanto estar fomentando la creación de empresas más que la divulgación de la cultura y mucho menos de la filantropía. Y al mismo tiempo, estableceríamos una discriminación hacia entidades sin fines de lucro que no podrían, con esa expedición, incursionar en áreas diferentes a la cultura.

Queda en evidencia que la tarea de estimular a las empresas escapa con mucho a las políticas culturales y que aquellas industrias que se relacionan con la cultura deben tener el trato especial que el Estado determine para ese ámbito, a través de CORFO y del Ministerio de Economía, para asegurarse que puedan desarrollarse para llegar a competir con las grandes industrias culturales.  

Comenzaron a conocerse variadas opiniones en contrario a esta incorporación del lucro, incluso voces que deseaban legislar, con buenas razones, de una vez por todas, una ley única de donaciones en el país. Basándose muchas de ellas en un señero artículo periodístico que titulaba que el 51% de las grandes empresas no había donado en los último siete años.


El gobierno, a través del Ministro de Cultura, insistió en su propuesta hasta que la acumulación de argumentos y organizaciones opuestas lo hizo insostenible y resolvió presentar una indicación retirándola.

Hasta allí sólo una muestra de tozudez razonable. Pero la convirtió en chapucería cuando nos enteramos que, en caso de que no estén los votos para eliminar a las empresas de menor tamaño, el gobierno presentó dos indicaciones para regular las donaciones que recibirían.

La primera indicación obliga a estas empresas a inscribirse en un registro a cargo de un comité que deberá verificar que su objeto social exclusivo sea de carácter artístico o cultural. Adicionalmente, tratándose de productoras audiovisuales será necesario un informe previo del Secretario Ejecutivo del Fondo de Fomento Audiovisual del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. También establece que los proyectos que presentan estas empresas no podrán estar destinados a la adquisición de activos fijos ni a solventar gastos de funcionamiento de estas. 

Además, las empresas inscritas en el mencionado registro, no podrán recibir donaciones de cualquiera de los contribuyentes con los que mantengan o haya mantenido algún tipo de relación comercial, "dentro del año anterior o el año siguiente al de la donación". 

La segunda indicación presentada por el Ejecutivo fija un plazo de caducidad de esta franquicia. "Las donaciones que se efectúen a las empresas de menor tamaño darán derecho a los beneficios tributarios que consagra la ley, tanto para los donantes como para los beneficiarios de las donaciones, hasta el 31 de diciembre de 2016". 

Es decir, no, pero sí; en caso de sí, con restricciones severas y un plazo fatal. ¿Así se legisla? Tal vez, pero siguiendo alguna postura clara. ¿Está el gobierno a favor o en contra?

El diario La Segunda señala que "desde la semana pasada se ha solicitado al Ministerio de Cultura un pronunciamiento sobre el tema; sin embargo, su respuesta ha sido que prefieren esperar el resultado de la votación".

Una posición de mercado. Si el mercado (¡los Senadores!) no acepta mi indicación, tengo otro producto para ofrecerles. Que es lo contrario de lo que ofrecí primero, pero... ¿qué importa?

Más allá del resultado, preocupa no saber cuál es la opinión de quienes debieran orientar los sueños del mundo de la cultura. No es posible soñar sin convicciones, sujetos a la oportunidad, aterrados ante la perspectiva de perder.

No es la manera cómo se han construido leyes, la de Donaciones que surgió del sueño de don Gabriel Valdés ni la del Consejo de la Cultura que nació de miles de voluntades incumbentes, discutidas, hasta el cansancio y el consenso.

¿Así se pretenderá crear un Ministerio de Cultura?

¡Que el Gabo nos libre!


13 enero 2013

TEATRO MUNICIPAL: PRIMERAS SEÑALES DESDE LA GLORIETA

Al celebrar su victoria electoral, la Alcaldesa de Santiago escogió hacerlo desde la glorieta de la Plaza de Armas, desechando al balcón que el candidato rival y sus partidarios habían soñado como símbolo de una eventual celebración. Una demostración de que la participación y la diversidad no eran sólo promesas de campaña, lo acaba de dar Carolina Tohá al anunciar, a semanas de asumida, nuevos integrantes del Directorio del Teatro Municipal de Santiago.

Entre los directores y consejeros renovados parece advertirse una apuesta por la profesionalización. Es decir, por nombres vinculados por muchos años al trabajo cultural, que aportan diversidad tanto de género como de experiencias y especialidades en las artes. La ex Primera Dama Luisa Durán, contribuirá con su notable práctica de haber visto nacer y crecer ese fenómeno musical que son las orquestas juveniles e infantiles, desde 1990, cuando su marido, Ricardo Lagos, era Ministro de Educación y la batuta la llevaba el fallecido maestro Fernando Rosas.
El director de publicaciones de la UDP y columnista de La Tercera, Matías Rivas, lleva en sus espaldas un trabajo editorial en una universidad inclinada a la formación de escritores creativos, editores y otros profesionales escasos en el mundo académico nacional, junto con haber demostrado públicamente sus convicciones autónomas al renunciar a asistir a la Feria del Libro de Guadalajara, invitado por el gobierno, debido a su discrepancia con la política de compra de libros del mismo.
Entre los Consejeros, se designó a una académica especializada en estudios de audiencias, María Inés Silva, profesora en el Magíster de Gestión Cultural de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y postulante a doctorada en la Universidad de París, con experiencia en la formación de públicos en el teatro de la Universidad Católica. Se advierte una señal de incorporar nuevos públicos a un teatro que, según la flamante Alcaldesa Presidenta del Directorio, inicia una “etapa donde queremos sacar cada vez más los cuerpos estables fuera de los muros del Teatro Municipal de Santiago y repetir experiencias extraordinarias como las que acabamos de vivir con los conciertos en las iglesias". 
Constituye un reconocimiento al persistente desarrollo que ha tenido en nuestro país el trabajo académico y práctico a la vez de los gestores culturales, lo que inició la actual administración del Teatro Municipal al incorporar hace algunos meses entre sus ejecutivos al ingeniero comercial Francisco Torres, quién se desempeñaba como Coordinador Académico del Magíster mencionado y fue por años gerente de la Fundación Pablo Neruda.

También puede apreciarse la provechosa mezcla de trabajo artístico con la capacidad de gestión en los otros consejeros: Benjamín Vicuña además de un formidable actor (“Los Archivos del Cardenal”) se ha desempeñado como gestor y socio fundador del Centro Mori, que administra tres salas de teatro, disciplina que muy probablemente, Vicuña intentará sea considerada en la programación futura.
René Naranjo, una especie de hombre múltiple de la cultura, es comentarista de cine (se inició como camarógrafo), fue editor de LUN y es productor de ópera, reforzado por su conocimiento y amor por el “bel canto”.
En resumen, un plantel que inicia un ciclo acorde con los tiempos, dónde cada vez más, tanto a niveles de directorio como de ejecutores, es necesario contar con conocedores de su trabajo. Lo que sí ocurre con el equipo ejecutivo del Municipal, encabezados por Andrés Rodríguez y que pareciera explicar la permanencia de Directores como Paola Luksic, integrante de una familia de filántropos que aplica criterios modernos de financiamiento de las artes, dentro de los que no están ausentes investigaciones académicas sobre las valoradas family offices, que suelen vincularse estratégicamente a iniciativas culturales, como por ejemplo la familia Schiess con el Teatro del Lago, siendo Nicola  Bader-Schiess Presidenta del Área de Fundaciones de la Asociación de Empresas Familiares de Chile.
Se mantendrán en sus cargos Cecilia Domínguez, de la Corporación Amigos del Teatro Municipal, que representa gran número de pequeños contribuyentes del Teatro y el doctor en derecho Enrique Barros, profesor de la Universidad de Chile, miembro de número del Instituto de Chile y Consejero del Centro de Estudios Públicos.  
Quedan pendientes los nombres de algunos nuevos directores y la elección del Vice Presidente de la Corporación Cultural de Santiago.

Los que vendrian con "las señales de marzo".

PARA ENTENDER LA CAUSA DEL PUEBLO MAPUCHE


Como los sinceros hombres de paz, aquellos que han conocido la guerra, un soldado chileno llamado Leandro Navarro publicó, en 1909, un libro que devino en clásico para que, como reza la Advertencia con que lo inicia: “la raza araucana no nos sea indiferente a nosotros, los chilenos, por sus gloriosas tradiciones históricas y por lo indomable de su carácter, del cuál nos vanagloriamos ser sus descendientes”


El académico mapuche José Ancán, Máster en Antropología en la Universidad de Barcelona, al presentar, en 2008, la re-edición de la Crónica militar de la conquista y pacificación de la Araucanía de Navarro, señaló que en este libro encontró una especie de símil de La Araucana de Alonso de Ercilla; "Esta vez, eso sí, no hay héroes homéricos ni hazañas grandilocuentes narradas en octavas reales. Navarro, soldado en campaña lo mismo que don Alonso, registra y narra en detalle la empresa, en el aséptico estilo de los informes y memorias militares, en el que además queda de manifiesto una nueva dimensión del engaño y permanente doble discurso en relación a los mapuche".

"Un siglo después -agrega Ancán- la realidad es contradictoria- La Araucanía histórica: el ngulu mapu, la parte occidental del antiguo wall mapu, es parte efectiva del territorio nacional chileno, pero es un territorio que hasta ahora no podría decirse en propiedad que se encuentre completamente "pacificado" según la lógica militar donde el verbo pacificar es un sinónimo de asimilar. Existen  deudas pendientes en esas tierras y el contenido del texto, aunque no fuera su intención original, es la mejor guía posible para tratar de entender -para unos y para otros- dicho fenómeno".

El autor fue un fiel exponente de un país que pasó su primer siglo de vida en guerra. Aunque nació después de las guerras por la Independencia, en la mitad del siglo XIX, el 13 de marzo de 1850, gran parte de su existencia transcurrió bajo banderas de lucha: la Guerra de Arauco, la Guerra del Pacífico y la Guerra Civil de 1891 las vivió como militar profesional, sufriendo las amarguras de la victoria y de la derrota, hasta ser borrado de los registros del Ejército en el que sirvió 26 años, fruto de la “hecatombe” de los acontecimientos políticos de 1891, como él mismo califica a la  circunstancia que, con la derrota de Balmaceda, llevó al fin del “Ejército antiguo” y el nacimiento del nuevo.

Navarro triunfó en el desierto y la sierra peruana y fue condecorado por ello; penetró varias veces en territorio mapuche y tomó sustanciosas notas de esa gesta; acompañó a su ejército en el respaldo al Presidente constitucional y fue testigo de la rendición de las tropas balmacedistas de la guarnición de Santiago ante el General Baquedano.

Cuando llegó la paz que trajo el siglo XX, quiso dejar testimonio “próximos a celebrar el centenario de nuestra independencia” en un libro de crónicas que “sirvan algún día como apuntes al verdadero historiador”.

Eso quedaba claro desde la primera copia que barrunté, en una librería de viejo de Providencia, pero me estimulé a conocerlo más en 2006, en una conversación con José Bengoa. El antropólogo afirmó que conocía perfectamente la obra, que la había citado más de una vez en sus libros, que el autor fue uno de los pocos oficiales profesionales chilenos, que formaba parte de un grupo de militares laicos, partidarios de una colonización diferente a la entregada previamente a los misioneros católicos o a la de “tierra arrasada”, practicada hacía poco en el norte del continente americano.

Al respecto, en el Capítulo III de la Primera Parte, titulado Planes de Conquista en el territorio araucano año de 1861, el autor señala que: “Los proyectos que habían fijado la atención de estadistas y militares eran tres: 1° Reducción por medio de la difusión primaria y de la religión con escuelas y misioneros. 2° Ocupación del territorio exterminando violentamente a sus habitantes. 3° Reducción por medio de adelantos progresivos de líneas de fronteras. El 1°, puesto en práctica desde los tiempos coloniales, no ha dado resultado alguno, pues el indio se ha acostumbrado a mirar al misionero simplemente como un hombre bueno, pero sin influencia para obtener sus principios de libertad y como mediadores o parlamentarios con la autoridades chilenas. El 2° proyecto, las razones de humanidad que aconseja la clemencia, no permitía lata discusión, por más que se hiciera valer el ejemplo de Estados Unidos. El 3° proyecto, avance sucesivo de líneas de fronteras, hasta llegar a la línea de Toltén, que nos separaba de la provincia de Valdivia, trayendo como consecuencia al fin la incorporación al territorio de la República fue el que como era natural, tuviera más adeptos. Este era el desiderátum que patrocinaba con tanta vehemencia el coronel Cornelio Saavedra”.

Dicha estrategia no estuvo exenta de lacras. Hacia finales de la primera parte relata cómo "uno de los temores que inspiraban  al soldado más terror que las lanzas de los indios en esas campañas era la picada tan frecuente de la araña de vientre colorado, el único insecto venenoso que tenemos en Chile y que felizmente, tal vez debido al cambio climático de esta zona casi podemos decir ha desaparecido".

"Pero, en cambio -agrega- hemos adquirido otro insecto mucho más venenoso, por los males que ha infiltrado a la constitución de la propiedad rural de la frontera, el tinterillo". Estos sujetos se aprovechaban de la facilidad legal (Ley del 2 de julio de 1852, modificada el 14 de mayo de 1853) para que los indígenas pudieran vender tierras a los particulares y que trajo consigo "las más escandalosas defraudaciones en que el tinterillo tenía amplio campo en que ejercer su oficio, explotando la ignorancia del indígena para hacer surgir un semillero de pleitos".

Indagando en la vida de don Leandro, descubrí que además de publicar el libro, ya  forzosamente retirado, tuvo una “sobre vida” vinculada a la gestión cultural, primero como director en el Museo Histórico Militar y luego en el Museo Histórico Nacional, como director de la Sala Militar,  trabajo en el que lo sorprendió la muerte, el 24 de abril de 1918.

Entonces recibió honores. Los apedreos, tan frecuentes en casas de balmacedistas, se habían convertido en aires marciales. Finalmente, el Ejército reconoció al oficial que había dedicado su vida a su servicio, a narrar la historia del conflicto de Arauco y a la preservación del patrimonio.

El libro había nacido en la etapa dura de militar derrotado y degradado a la vez. Fueron tiempos de sobriedades y de investigación, de viajes a Victoria a visitar a la familia de su esposa, doña Corina Sanhueza, viuda del General Umitel Urrutia, fallecido en la sierra peruana, y de reconstrucción de los capítulos no vividos de la Guerra de Arauco.

Entre ellos, destaca un párrafo desolador que el municipio de Villarrica mantuvo hasta hace pocos meses en su página web como un clásico de la historia del ingreso de las tropas chilenas a esa ciudad, hito que marcó el fin de la Guerra de Arauco y del que Navarro fue testigo:

“Al salir de esta montaña, se entra ya a la antigua Villarrica...Un silencio lleno de misterio evoca los recuerdos de la Historia. Lo que fue la ciudad parece no haber tenido más de 20 manzanas, que manifiesta no haber sido mui poblada, porque se advierten perfectamente los edificios cuyas murallas arruinadas conservan aun hasta 2 i más metros de altura... El largo transcurso de cerca de 3 siglos a que fue reducida a cenizas por los araucanos ha dado lugar para que todo el local que ocupó se haya cubierto de una gruesa i espesa montaña… Efectivamente, ese fue el último día del gran problema araucano i la caída de su última guarida de esa raza heroica que hizo tantos esfuerzos por mantener su independencia".

Han pasado más de cien años y cuatro generaciones desde la primera publicación de la Crónica... (afortunadamente hay una edición 2008 de Pehuén) no obstante, recientes sucesos hacen ver que tenemos todavía mucho que aprender del pueblo mapuche y de nuestra historia común, dolorosa y potencialmente provechosa.

Como por ejemplo, saber vivir en una sociedad multicultural.

04 enero 2013

CUENTA CULTURA 2012: EL GALOPE MUERTO


A inicios del año 2012, Artes y Letras solicitó a nueve personas vinculadas al mundo cultural, proponer una tarea al CNCA:"Las ideas van desde abstenerse de dar el paso hacia un ministerio hasta poner por fin en marcha la política nacional del libro y la lectura. Si hubiera que buscar un común denominador, sería que el organismo vaya más allá de lo que ha hecho y hace y se transforme en el verdadero rector del desarrollo cultural chileno... con injerencia, por ejemplo, en la educación de niños y jóvenes.Veremos si las autoridades recogen el guante", señaló el suplemento. Ha pasado un año y el Ministro Luciano Cruz Coke dio a conocer, en La Moneda, en su Cuenta Pública, su visión de lo acontecido en su servicio público.


Desde el inicio daba la sensación de una película ya conocida. No sólo por el Salón Montt Varas, sino porque, sorprendentemente, la consigna que recibía a los invitados en las pantallas es la misma que utilizó Ricardo Lagos, durante la campaña que lo llevó a La Moneda y durante su mandato: "poner la cultura en el centro del desarrollo".

Las cifras con que Cruz Coke comenzó la cuenta también eran un homenaje al pasado, pertenecen a la Encuesta INE del 2011 y son optimistas respecto de la asistencia de público al cine chileno, un 163% más que el 2010. Sobre el año que se rinde cuenta, sólo una estimación: las cifras subirán gracias a NO y Stefan v/s Kramer, dos golondrinas que esperamos hagan verano... No obstante, deben reconocerse apoyos a la industria del cine pero no a las audiencias. Falta desarrollar una política de creación de público cinéfilo, como se ha hecho con éxito en el teatro estival o con las ferias de libros que se expanden por el país.

Un capítulo relevante estuvo destinado a la regionalización, desde arriba o simbólica,concretada en la realización de tres Convenciones Nacionales -2010 a 2012-y varios premios nacionales resueltos en la capital, en ciudades de regiones. Lo concreto es que durante 2012 el CNCA estuvo presente con actividades culturales en 267 lugares, cubriendo el 77% del total de comunas del país.

Reiteró el Ministro que están en curso cinco teatros regionales, sólo uno inaugurado en 2012, el José Bohr de Punta Arenas y otros "La Serena, Región de Coquimbo, se comenzará a construir el segundo semestre de este año; en Rancagua, Región de O’Higgins, avanzan las obras para inaugurar el teatro en septiembre próximo; mientras en Concepción, Región del Biobío, también se iniciarán las obras el segundo semestre de este año.Junto con ello, el Teatro Municipal de Iquique, monumento histórico de notable valor patrimonial, licitará en los próximos meses". Es decir, salvo Magallanes, al que gestores locales auguran un pronto cierre por deficiencias en la administración, poco para engalanar una cuenta 2012.

Quizás por ello, se inició en 2012 el Programa Red Cultura, que "busca fortalecer la gestión de los espacios culturales y nutrir la oferta programática de estos centros de manera que sean espacios de alto estándar con contenido atractivo para las comunidades. Contamos para ello con incentivos económicos, cofinanciando hasta el 50% de los costos de producción para la programación artística en espacios culturales municipales que cumplan con una serie de exigentes requisitos: contar con una corporación cultural y un equipo profesional, destinar al menos el 1% del presupuesto municipal a cultura y tener un registro de público". Tales criterios datan de la Comisión de Infraestructura Cultural del citado Presidente Lagos. Una promesa 2013: "lanzaremos la Agenda Municipal de Red Cultura, donde invitaremos a todos los alcaldes de Chile a comprometerse con tres metas más ambiciosas: destinar a cultura al menos un 2% del presupuesto municipal, contar con un encargado de cultura capacitado, y con un Plan de Cultura integrado en el Pladeco".

Luego de reseñar las principales actividades de algunos de los centros culturales de alcance nacional, mérito de corporaciones que los gestionan, el Ministro dio cuenta del Programa de Fortalecimiento de Organizaciones Culturales y una nueva línea en los Fondos de Cultura que provee cofinanciamiento a tres años plazo lo que ha permitido apoyar un total de 29 proyectos de instituciones durante 2012. Relevó el intercambio entre instituciones culturales a través de las Ferias de Programación, Redes y Gestión Cultural, en La Serena, Santiago y Puerto Montt con más de cien puestos de oferta cultural y alrededor de 300 programadores.

Tarea compleja tendrán estos programadores ya que según el Anuario de Cultura y Tiempo Libre de 2011,el 54,3% de los espectadores a espectáculos públicos lo hizo pagando entrada. Este es un factor importante cuando hablamos de impulsar la sustentabilidad del sector artístico. "El artista sin duda, tiene pasión por su arte. Pero no por ello debe vivir de la gratuidad", recalcó Cruz Coke.

Sin embargo, los creadores aún esperan ayuda de los fondos concursables, a cuya convocatoria 2013 postularon 8.686 proyectos, casi en su totalidad utilizando la nueva plataforma digital (98,4% del total de proyectos recibidos).

Respecto del rol participativo de la sociedad civil en el desarrollo de la cultura, reiteró que "se encuentra ya en último trámite legislativo la Ley de Donaciones con Fines Culturales, que ha tenido una aceptación transversal, tanto de los parlamentarios como del sector artístico aprobándose en general por 88 votos a favor y 4 en contra", pese a que cada vez son más fuertes las voces que piden "una nueva ley única de responsabilidad social y donaciones", que podría entrabar esta iniciativa en beneficio de una legislación más amplia y definitiva.

No se ve avance en el proyecto que pretende crear el Ministerio de Cultura, que el mismo Cruz Coke delineó el 12 de abril de 2012 en el Seminario Internacional Cultura y Patrimonio: Un Nuevo Ministerio para Chile que organizó Libertad y Desarrollo: "contará con un Consejo Nacional de la Cultura y el Patrimonio que mantendrá las atribuciones que hoy tiene el Directorio Nacional actual y será quien renueve las políticas culturales con un horizonte de mediano plazo. De esta forma, y atendiendo a que hoy, a diferencia de hace nueve años, la Ley N° 20.500 de Participación Ciudadana, faculta a los ministerios a incorporar de manera orgánica a la sociedad civil, estamos proponiendo un Ministerio participativo y no vertical; un Ministerio horizontal, un Ministerio del siglo XXI. El nuevo Ministerio mantendrá los consejos de la música, del libro y la lectura y audiovisual, así como un nuevo servicio del patrimonio, integrando a la sociedad civil de manera permanente".

Pareciera que el único cambio es la rigidización sugerida por una frase ministerial de que el nuevo organismo contaría "con una subsecretaría y dos servicios autónomos relacionados". Lo nuevo es el explicable escaso entusiasmo del Ministro por este proyecto, que debió reiterar a 48 horas de que el gobierno determinara sus prioridades legislativas en su último año, dentro de las que la nueva institucionalidad cultural no forma parte. 

Tampoco hubo alusiones a algún sueño propio de Cruz Coke para su año de cierre, a pesar de que el vídeo que teloneó su cuenta sugirió que dicho sueño era el Ministerio de Cultura, lo que, como está a la vista, constituye más bien una pesadilla, como las peores, reiterada, desde el Mensaje Presidencial del 21 de mayo de 2011.

Cerró la Cuenta señalando "son múltiples los desafíos que tiene aún el desarrollo cultural en Chile.Y no podemos avanzar sin tener un espacio de diálogo que, en un mundo global, debe incorporar la mirada internacional. Por eso organizaremos la sexta Cumbre Mundial de las Artes de IFACCA, el principal encuentro de reflexión cultural a nivel internacional, que tendrá lugar en Santiago en enero de 2014 con la participación de 500 expertos en políticas culturales, representantes de ministerios,agencias culturales y académicos de todo el mundo" que se darán cita -agrego yo- en el Centro Cultural Estación Mapocho entre el 13 y el 16 de enero de 2014 (reserve la fecha) cuyo tema central abordará la Ciudadanía creativa: nuevas tecnologías y nuevos modelos para el desarrollo cultural. 

En definitiva, muchos aspectos estuvieron ausentes en una cuenta desgastada, reflejo de un año de grandes esfuerzos que parecen navegar en el vacío, en el agotador espacio del galope muerto, que cansa, pero no avanza.

Los que galopan desordenadamente a nuestro encuentro son los grandes temas culturales de futuro que ya están aquí: la multiculturalidad, con su complemento, la interculturalidad; el impacto de las redes sociales en la comunicación y organización cultural y la participación social en la construcción de ese futuro. El que debiera asumir el organismo rector del desarrollo cultural chileno, como se pidió a inicios del 2012, y que sigue pendiente.