Bajo la significativa mirada de los tres estudiantes de sociología que permanecen desaparecidos desde inicios de la dictadura -Alicia Ríos, Patricio Biedma y Enrique López- que son homenajeados en el mural de una sala del Campus San Joaquín, que lleva a sus nombres, se realizó, el 16 de abril de 2019, una singular "cumbre presidencial" de autoridades máximas de los estudiantes del Instituto de Sociología de la PUC, en diversas épocas: la reforma; la recuperación de la democracia; la rebelión estudiantil del 2011, y la actualidad.
Fue así como tuve la extraordinaria oportunidad de dialogar, ante un grupo de estudiantes, con Simón Ramírez (2010); Clara Acuña (1991) y Loreto Neira (2019),-en el mismo orden en la fotografía-, intentando aportar la experiencia de mi ya lejana presidencia (1969).
Notables las coincidencias, como la percepción común respecto del rol anti reformista que ha jugado hasta ahora y desde el mismo 1967, el Movimiento Gremial y sus diversas variantes. O la adhesión a la definición que el ex Vice Rector Académico de Fernando Castillo, Ernani María Fiori, quién declaraba que la universidad se había transformado en un bello caos, definición que calzaba con otros momentos del movimiento estudiantil, o la reapertura de la carrera en 1994.
Lo cierto es que algo había en común con otros momentos del movimiento estudiantil de los estudiantes de sociología, a pesar de la impresionante presencia de marcas en el campus... Itaú, Starbucks, Luksic... que no dejan de perturbar. La cercanía fue advertida de inmediato por Loreto Neira y lo hizo sentir tanto en su discurso como en sus redes sociales.
Quizás el aspecto más de fondo fueron los llamados a revalorizar la militancia política, como una manera de establecer lazos con otras generaciones, otras instituciones sociales y la propia historia. Tarea nada fácil pues ese tipo de compromiso partidista no vive sus mejores tiempos.
Sin embargo, en todos permanece esa especie de orgullo de haber dirigido uno de los espacios de organización estudiantil que habitualmente ocupaba la vanguardia del mismo y porfiadamente intenta recuperar esa posición.
Lo que no permanece es el rol de los estudiantes en el trabajo académico del Instituto y quizás sea una de las aspiraciones más queridas de las actuales generaciones.
Ya no corren los tiempos en los que los estudiantes tenían una voz, muchas veces determinante, en la asignaciòn de materias, corrientes de pensamiento sociológico y hasta académicos.
Por ahí podrían ir las nuevas demandas. Por que las quejas respecto de la sociología cuantitativa y sus apóstoles estadounidenses, se escucharon muy parecidas a aquellas de fines de los sesenta.... sociólogos al fin y al cabo.
Lo cierto es que algo había en común con otros momentos del movimiento estudiantil de los estudiantes de sociología, a pesar de la impresionante presencia de marcas en el campus... Itaú, Starbucks, Luksic... que no dejan de perturbar. La cercanía fue advertida de inmediato por Loreto Neira y lo hizo sentir tanto en su discurso como en sus redes sociales.
Quizás el aspecto más de fondo fueron los llamados a revalorizar la militancia política, como una manera de establecer lazos con otras generaciones, otras instituciones sociales y la propia historia. Tarea nada fácil pues ese tipo de compromiso partidista no vive sus mejores tiempos.
Sin embargo, en todos permanece esa especie de orgullo de haber dirigido uno de los espacios de organización estudiantil que habitualmente ocupaba la vanguardia del mismo y porfiadamente intenta recuperar esa posición.
Lo que no permanece es el rol de los estudiantes en el trabajo académico del Instituto y quizás sea una de las aspiraciones más queridas de las actuales generaciones.
Ya no corren los tiempos en los que los estudiantes tenían una voz, muchas veces determinante, en la asignaciòn de materias, corrientes de pensamiento sociológico y hasta académicos.
Por ahí podrían ir las nuevas demandas. Por que las quejas respecto de la sociología cuantitativa y sus apóstoles estadounidenses, se escucharon muy parecidas a aquellas de fines de los sesenta.... sociólogos al fin y al cabo.