25 junio 2022

CARLOS IGNACIO JULLIAN Y SUS LIBROS




 

Fue de esas personas que deja huella. Daba la impresión que todo lo hacía bien, un destacado atleta y futbolista, a pesar de su esmirriado físico escolar. No extrañó cuando supimos que estudiaría arquitectura como tampoco que enfilaría sus pasos hacia Francia, donde un hermano, mayor, hacía su propia carrera. Lo que sí me extrañó fue cuando llegó a regalarme su primer libro. Carlos Ignacio es poeta.


Sospecho que a él también le extrañaba esta condición literaria pues usó seudónimo: Camilo Saint Claire, dejando a Carlos Ignacio como encargado de los "dessins" de "A-lizes et autres vents". Tuve el privilegio de recibir de sus manos el número 73 de la edición numerada, tuvo la generosidad de destacar que la impresión había sido gentileza de nuestros compañeros de estudios, Chicho Middleton y Ramiro Urenda. 

Más allá de la dedicatoria- exploratoria del libro de 2013, (la del segundo libro ya afirmaba "por que sé que tu te interesas por este tipo de cosas"), conversamos mucho de sus poemas que reflejan su condición bilingüe y su pasión por ilustrar.

"MI QUERIDA A.MIGA qu'est-ce que je peux te raconter?, publicado en septiembre de 2019, poco antes que todo se desbaratara por la pandemia, tiene a Carlos Ignacio solo como intermediario del encuentro de los dos autores, amigos comunes: el vulcanólogo chileno de origen haitiano, Camilo Saint Claire y la paisajista francesa Aleth de Crécy-Koch.

Postulo que sus libros son una manera de relacionarse, una forma de desarrollar la "amities" palabra presente en ambas dedicatorias. Una vez exhibido el libro, la conversación es su reflejo: palabras en castellano, otras en francés; ideas expresadas en esas palabras y otras en imágenes. 

Siempre con la confianza que volveríamos a vernos, como las amities. De pronto un correo, una invitación a una muestra en París, agregando la certeza que allí me esperaba.

Los libros me hacían tenerlo cerca, por su autor (enmascarado en seudónimos sugerentes) por su belleza física, su colorido. De aquellos libros pequeños, delgados, como él, que siempre sabemos dónde están. En aquella repisa de poesías y en el corazón.

Allí seguirán, Carlos Ignacio.

Au revoir.





16 junio 2022

EL SISTEMA DE PRENSA EN CHILE (1973-1984)


Corría 1985 cuando dos ONG's opositoras a la dictadura organizaron un Seminario para debatir temas de prensa y cultura: CENECA y CED. En esa ocasión, me encomendaron un estudio sobre la situación de la prensa durante los primeros años  del régimen militar. En él, a partir de la presencia de la prensa en la Constitución de 1925, aún vigente, se analizó cómo el sistema completa había sido desbaratado, tanto por la clausura de medios escritos y radiales como por la intervención de los medios televisivos, a través de los rectores delegados de las universidades, propietarias de los canales existentes. El texto completo fue digitalizado gracias al trabajo del profesor chileno Tomás Peters y puede encontrarse en el siguiente vínculo:

http://www.archivoceneca.cl/2018/08/08/el-sistema-de-prensa-en-chile-bajo-el-gobierno-militar/


El año siguiente, 1986, junto a la investigadora María Elena Hermosilla, el presidente del Colegio de Periodistas de Concepción, Mario Aravena y cuatro colegas de la ciudad, realizamos una investigación sobre la situación de la Prensa y la Radio en la región del Bío Bío. Gracias al mismo esfuerzo de Peters, ese estudio puede encontrarse en:

http://www.archivoceneca.cl/2018/08/08/prensa-radio-y-television-region-del-bio-bio/


Parece relevante destacarlos hoy, que entramos en una nueva fase constitucional como país y, por tanto, en una nueva etapa del sistema de prensa nacional.

10 junio 2022

PINOCHET V/S GARCÍA MÁRQUEZ



Corría el mes de noviembre de 1986, la dictadura había comenzado su declive, el país se preparaba para recibir al Papa Juan Pablo II, sin embargo reinaba el Estado de Sitio que permitía a la autoridad intervenir la correspondencia. Fue lo que ocurrió con cargas a mi nombre, como representante en Chile de la Editorial colombiana Oveja Negra, que navegaban hacia Valparaíso con destino la feria del libro de ese año. Esos 15 mil ejemplares de un libro del Premio Nobel Gabriel García Márquez, serían el último episodio de una disputa que había comenzado poco después del golpe militar de 1973, cuando "Gabo" anuncio al mundo que dejaría de escribir mientras Pinochet estuviera en el poder.



Waldo Carrasco decidió revisar el capítulo de los libros quemados en Valparaíso, por orden del dictador, en una interesante conversación que sostuvimos, a inicios de junio de 2022 y que permanece registrada en la página de youtube de Libros y Bibliotecas. 


02 junio 2022

EL DULCE ENCANTO DE DONAR

Fotografía de Luis Navarro Vega, generosamente donada al autor.

 

El sabio consejo de amigos de mayor experiencia, el apoyo de colegas documentalistas y la generosa acogida del Archivo Nacional, conspiraron para que, luego de recibir una veintena de cajas con los documentos de treinta años de trabajo en gestión cultural, participación en dos períodos en el Directorio del CNCA, apuntes de clases, registros de viajes al exterior, seminarios, conferencias y asesorías varias me sumergiera -literalmente- en papeles, documentos, escritos, actas y grabaciones para preparar, razonablemente clasificados, una donación.



Es difícil explicar la doble satisfacción de revisar tantos momentos que resultaron de utilidad para diferentes trabajos en el ámbito de las políticas culturales y la gestión y a la vez sentir que podrán ser de utilidad para otros -estudiantes, colegas, curiosos- desde los pulcros archivos de un servicio público de excepción.

El primer inspirador fue el poeta Pedro Lastra que donó  parte de su rica biblioteca con originales, muchas veces dedicados por sus autores, a la Universidad Católica. Luego vinieron las visitas -pandemia mediante- de colegas estudiosos que valoraron el material y sugirieron acciones concretas para "ponerlos en valor". Así fueron dándose pequeñas donaciones a docentes del magíster y postítulo de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, dónde doy clases desde comienzos de siglo; a ganosos profesionales jóvenes que asumen, responsabilidades en el gobierno de la nueva generación; a la organización gremial en que participo, y al Museo Histórico Nacional, en algunos aspectos específicos (desde un antiguo teléfono a documentación familiar).

Reconozco que tengo prontuario: había donado antes, al Museo de la Memoria, los antecedentes de dos episodios en los que me toco participar durante la dictadura: la incineración, en noviembre de 1986, de 15 mil ejemplares de un libro de García Márquez editado por Oveja Negra, editorial que representaba en Chile, y la grabación de la dolorosa entrevista a Joan Manuel Serrat, realizada en vuelo, cuando intentó -sin éxito- ingresar a Chile para participar en la última concentración de los partidarios del NO, un par de días antes del 5 de octubre de 1988.

Comprobé que dicho Museo, conservaba con diligencia los materiales, los tenía a disposición de los miles de visitantes e incluso los utilizó, en parte, en algunas muestras temática fuera del recinto.

Además, me cacé en mi propia trampa. En este mismo blog y el libro sobre financiamiento cultural que publicó Ril editores en 2006, me he manifestado como un fuerte partidario de la filantropía. Pasión recientemente recordada por la hermosa restauración del edificio de la Bolsa de Comercio de Valparaíso acometida por la Universidad Federico Santa María en homenaje a su fundador, el filántropo que dio su nombre a la universidad porteña.

Vistas así las cosas, me resultó imperioso donar aquello que "puede servir algún día como apuntes al verdadero historiador", en palabras del bisabuelo cronista Leandro Navarro o, simplemente, para que otros no cometan los mismos errores.

De ahí esta incitación a donar. No se arrepentirán.


01 junio 2022

LA CULTURA EN EL PRIMER MENSAJE DE BORIC


1º de junio 2022, primera cuenta pública del Presidente Gabriel Boric. No había grandes trascendidos en material cultural, sus agentes y autoridades disfrutaban aún de una exitosa jornada del Día de los Patrimonios, acontecida el fin de semana anterior. Se vivía el ajuste de las nuevas designaciones de la Ministra Julieta Brodsky en las diversas corporaciones y fundaciones culturales que integra. Cuándo, ¡oh sorpresa!, llegó un contundente discurso presidencial con excelentes anuncios para el sector. Veamos.


Los párrafos correspondientes de la maciza Cuenta, comenzaron así: 

“La cultura es ese espacio donde se encuentra la creación de las y los grandes artistas, con el patrimonio y las prácticas cotidianas de los pueblos de Chile. La cultura es el trasfondo que da sentido a nuestra mirada y pone textura y color en los lazos que unen a nuestra patria. La cultura es en definitiva el espíritu de un pueblo, y como tal debemos tratarla".

Una definición correcta y un llamado a asumirla y bien tratarla.

Continúa:

"Y sabemos que lo han pasado mal. Por ello, a partir de julio, entregaremos un apoyo de 450 mil pesos a 30 mil trabajadores y trabajadoras del sector cultural, y además, desarrollaremos estrategias regionales que tengan como objetivo la reactivación económica del sector, con un tratamiento diferenciado en el plan paso a paso que se haga cargo de la realidad particular de la industria."

El tanto tiempo esperado reconocimiento a las enormes dificultades que trabajadoras y trabajadores de la cultura sufrieron por el estallido social, la pandemia y la desidia del gobierno anterior. Con una precisión justa: el objetivo -obvio pero invisibilizado hasta ahora- la reactivación económica del sector con particularidades, caso a caso y énfasis regional.

Lo que sigue es la mirada de futuro: "Pero debemos pensar también mas allá de la emergencia". La misión del estadista.

"Necesitamos revisar la forma en cómo nuestra sociedad concibe el trabajo cultural. Junto a sindicatos, gremios y trabajadores, elaboraremos un proyecto de ley que cree un Sistema Nacional de Financiamiento Cultural que junto con un futuro Estatuto del Trabajador Cultural, nos permitan transitar de la precarización de las y los trabajadores de la cultura a condiciones dignas que valoren como corresponde su esencial labor. Le he encargado esta tarea con mucho énfasis a nuestra Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio".

Hace quince años escribí un libro  -"Cultura ¿quién paga?"  de Ril editores- cuya tesis central es que el desarrollo cultural de un país depende de quién o quienes lo financian. Hasta ahora marchábamos, desde el regreso a la Democracia, con dignidad por el camino de aportes fundamentalmente públicos, con asignación a través de consejos participativos y vinculantes integrados por pares de los beneficiados. Ese camino sufrió un retroceso con la creación, en 2018, de un ministerio que amputó las facultades vinculantes y reforzó la burocracia creando dos subsecretarías con duplicidades hasta ahora no resueltas. 

Por ello, la creación de un Sistema de Financiamiento augura ser una buena noticia en el que convivan y se coordinen los recursos públicos, privados y de las industrias culturales y puedan superarse las injusticias de centros culturales adscritos a millonarias glosas presupuestarias  anuales mientras otros agentes culturales son dejados a la suerte del autofinanciamiento y la concursabilidad, evidentemente creada para otros justos fines.

También constituye un gran avance el Estatuto del trabajador cultural, para prever futuras crisis que, como la pandemia, sorprendió al sector sin datos sobre sus integrantes y un ministerio sin capacidad de respuesta al respecto.

Termina, Boric con la reiteración de una promesa de campaña:

"Además reitero nuestro compromiso que durante nuestro período de gobierno llegaremos, al menos, al 1% del presupuesto destinado a cultura. Esto lo afirmo porque tengo la más profunda convicción de que el desarrollo de un país no puede medirse sólo en función de su acceso a bienes, servicios y consumos, sino también en cómo trata, respeta y apoya la cultura en sus más diversas expresiones”.

Es verdad, el desarrollo de un país debe medirse en el trato, respeto y apoyo público a la cultura. 

Un camino a recorrer.