A pesar de no ser actriz, como dos de sus antecesores, sino gestora cultural -y quizás debido a ello- el estreno de Claudia Barattini como Ministra de Cultura fue cuidado. Tanto en aquellas actividades que le corresponden como por aquellas otras que no podrían haber sido planificadas por su entorno. En efecto, Barattini debutó la semana de la Gala Cultural en el Centro Cultural Estación Mapocho; de la realización en Santiago de los conciertos de la emblemática Joan Báez; de la constitución de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, que será clave en sus proyectos legislativos, y de la reapertura del Teatro Municipal luego del incendio. Culminó, el domingo, con una aclaratoria entrevista en Artes y Letras.
Comenzó, el lunes 10 de marzo, recibiendo una sorprendente bienvenida de quienes quizás sean relevantes en su mandato: la colonia italiana. Con motivo de la visita del subsecretario de Relaciones Exteriores de Italia a la Transmisión del Mando, la Embajada reunió a lo más destacado de la colonia -que componen desde el flamante Cardenal Ezzati a destacados empresarios y gente de la cultura- alrededor de pastas y spumantes.
El martes, junto con reconocer oficinas porteñas y participar de fotos y ceremonias oficiales, participo de una de las galas culturales más celebradas de la historia de esas funciones. Su llegada, acompañada por Pedro Lemebel envuelvo en una túnica y turbante amarillos, no pasó inadvertida. Tanto, que la propia Presidenta Bachelet se acercó al escritor a preguntar por su salud, recibiendo una expresiva respuesta mímica, debido a una afección a la voz.
El desfile de artistas nacionales fue tan espectacular como revelador: la Sinfónica Nacional Juvenil, el Ballet Nacional Chileno, el Coro Orfeo, el Grupo Yatiris, dos coros infantiles, los Trukeros, solistas de voz, charango y guitarra y Los Jaivas entregaron una sólida expresión del buen pié en que está la música chilena, en un recital armónico con puntos culminantes como los homenajes al pueblo mapuche (Arauco tiene una pena, de Violeta Parra) y Víctor Jara con la sala completa levantando sus manos al compás sinfónico de Lo único que tengo, en arreglo de Carlos Zamora. Alusiones a La negra Ester, la cueca Brava y un final Todos juntos, de los Jaivas, en arreglo sinfónico de Sebastián Errázuriz, director musical del evento junto a la dirección artística de Rodrigo Bazaes. Tal espectáculo, afortunadamente registrado, merece ser ampliamente difundido.
Como si fuera poco, al día siguiente, la Alcaldesa Carolina Tohá presidió desde un Palco Municipal no muy ocupado por sus antecesores, la reapertura del teatro que sufrió un incendio en 2013. Los elencos del Teatro Municipal siguieron celebrando esta recuperación, desplegándose el viernes 14, con la Novena Sinfonía de Beethoven, en concierto gratuito en la Catedral Metropolitana, bajo la batuta de José Luis Domínguez.
La fiesta continuó en dos recitales de Joan Báez en el Teatro Caupolicán, que celebraba sus 78 años de vida, acogiendo a la cantante que había insuflado ánimos a la resistencia chilena durante la dictadura pinochetista; gesto que fue retrucado con la presencia en la sala de Ana González de Recabarren, emblema de la incesante lucha de los familiares de detenidos desaparecidos. En el escenario, Joan fue acompañada por sendos representantes de la música chilena de aquellos tiempos duros -Isabel Parra y los Inti Illimani- y de la nueva generación: Nano Stern. Un concierto solidario compartido, el sábado 15, desde la platea, por el nuevo Presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Guillermo Teillier, lo que sugiere también una preocupación por el tema cultural del Partido Comunista, que mucho tuvo que decir en el gobierno de la Unidad Popular.
Durante la semana, Barattini recibió al editor de Artes y Letras y dio una entrevista en la que afirmó una serie de aspectos que serán centrales en su cuatrienio:
1) La cultura es un derecho ciudadano, por lo tanto, el estado debe asegurar que los ciudadanos tengan la posibilidad de acceder a ella como la salud, la vivienda o la educación.
2) Que el Consejo Nacional de la Cultura tendrá un rol relevante en debate sobre educación que absorberá al país en el período Bachelet.
3) Que el proyecto de institucionalidad presentado por el gobierno Piñera será íntegramente sustituido por una nueva propuesta.
4) Que la nueva propuesta, junto con incorporar el sector patrimonio, considera inclusión del CNTV en el futuro Ministerio de Cultura.
5) Que entre los planes está crear un canal cultural en la TV abierta.
6) Que se dispondrá de mayor inversión pública en los museos de propiedad estatal.
7) Brindó su apoyo a las propuestas de cuotas de música chilena en radios nacionales.
8) Que se abrirá la posibilidad de concursos y otros aportes para salas de teatro independientes.
9) Que se pondrá un énfasis en el apoyo a contenidos en infraestructura existente, más a que a nuevas edificaciones.
10) Finalmente, que en tiempos de reforma tributaria para buscar más recursos, no se contempla reducir IVA al libro, sí se promoverá el fomento de producción editorial nacional.
No parece poco. Sobre todo si agregamos que el lunes 17 acompañó a la Presidente Bachelet a anunciar la construcción de la segunda etapa del Centro Cultural Gabriela Mistral.
Pero eso, ya es otra semana.