La Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones la Cámara de Diputados, acaba de aprobar el Proyecto de Ley que crea el Ministerio de Cultura, enviándolo a la Comisión de Hacienda para continuar su tramitación. Los parlamentarios no acogieron la propuesta, de algunos de ellos, para que el Directorio del Consejo Nacional de las Culturas, las Artes y el Patrimonio interviniera en la designación de los agregados culturales; no obstante, modificaron el proyecto del ejecutivo, mejorando la participación, reforzando la equidad de género entre los integrantes de los diversos consejos y asegurando el carácter público de sus sesiones.
En la misma discusión legislativa, quedó sin modificaciones el artículo que pretende "Impulsar la construcción, ampliación y habilitación de infraestructura y equipamiento para el desarrollo de las actividades culturales, artísticas y patrimoniales del país y promover la capacidad de gestión asociada a esa infraestructura, fomentando el desarrollo de la arquitectura y su inserción territorial; asimismo, promover y contribuir a una gestión y administración eficaz y eficiente de los espacios de infraestructura cultural pública, y su debida articulación". Es una lástima que el Ejecutivo -¿Ministerio de Hacienda?- no haya acogido la indicación de agregar la mágica palabra "mantención" a los deberes del Estado con sus espacios destinados a la cultura.
Respecto de la discusión sobre la TV cultural, el proyecto ratifica que corresponderá al nuevo Ministerio, proponer al Presidente de la República "políticas y planes destinados a fomentar la programación y emisión de programas de relevancia cultural y patrimonial en los canales de televisión pública y en otros medios de comunicación pública".
El diputado Guillermo Teillier, vía indicación, sumó a los principios que regirán a la entidad, aquel de la Memoria Histórica, lo que fue aprobado por sus pares: "Reconocer a la memoria histórica como pilar fundamental de la cultura y el patrimonio intangible del país, que se recrea y proyecta a sí misma en un permanente respeto a los derechos humanos, la diversidad, la tolerancia, la democracia y el Estado de Derecho".
A las funciones y atribuciones del Ministerio, se agregó la de "crear políticas" modificando el proyecto original que hablaba de fomentar el desarrollo de las industrias creativas y de la economía creativa, por “crear y fomentar políticas” para el desarrollo de las mismas, “fortaleciendo el emprendimiento creativo”.
Se realizaron cambios a la composición del Consejo Nacional, especificando que formarán parte de él los Ministros de Relaciones Exteriores; Educación, y Economía, Fomento y Turismo o sus representantes, quienes deberán ser funcionarios de dichos ministerios.
Los dos académicos vinculados a los ámbitos de las artes y el patrimonio, que en el proyecto eran nombrados por el Ministro, de una quina, pasarán a ser designados directamente por "Instituciones de Educación Superior reconocidas por el Estado y acreditadas por un período de, a lo menos, cuatro años". Al menos uno de ellos deberá ser de una región distinta a la Metropolitana, asegurando la representatividad de ambos sexos. Tal representatividad de sexos, involucra también a las otras designaciones en el Consejo.
Una novedad es que las sesiones del Consejo serán de carácter público, "pudiendo utilizarse diferentes medios y tecnologías disponibles para tal efecto".
Se agregó una nueva función a las Secretarías Regionales Ministeriales, las que podrán "proponer al Subsecretario del Patrimonio, políticas, planes y programas patrimoniales regionales, manteniendo una coordinación y colaboración permanente con la dirección Regional del servicio Nacional de Patrimonio Cultural".
En espejo con el Consejo Nacional, se suman a los Consejos Regionales los secretarios regionales ministeriales de Educación y de Economía, Fomento y Turismo; se consagra la representatividad de ambos sexos y el carácter público de sus sesiones. Se le entregan facultades a los concejos municipales para participar en la designación del representante de los municipios de cada región, que será "elegido por sus alcaldes, ratificado por sus concejos respectivos".
Respecto de los funcionarios, debiera esperarse su satisfacción, pues aseguraron en el proyecto que el reglamento que los rija "deberá, necesariamente, contemplar la participación de la o las entidades nacionales que agrupen a las asociaciones de funcionarios del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos".
Entre las propuestas fallidas, el diputado Teillier, propuso la creación de "un Escalafón de Fiscalizadores cuyos funcionarios tendrán el carácter de ministros de fe respecto de hechos constitutivos de infracciones en el cumplimiento de la normativa de la cultura, las artes y el patrimonio". Su autor manifestó reconocer el carácter inadmisible, mas no inadecuado, de la indicación, pues es notoria la falta de fiscalización en estos servicios. Agregó que hay que defender el patrimonio con herramientas adecuadas. La indicación fue declarada inadmisible.
Un aspecto a tener en cuenta en adelante, coherente con la idea de reconocer la memoria histórica como pilar de nuestro patrimonio.
Hace falta.
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