Hace una semana, Artes y Letras de El Mercurio publicó un reportaje sobre las nuevas políticas que comenzará a aplicar el Metropolitan Opera House de NY para recuperar el público perdido luego del 11-S. Una de las más importantes es invitar a tres mil personas a visitar el escenario y disfrutar de sus instalaciones. Los interesados deberán asistir a las diez de la mañana a del día de la función a retirar hasta dos entradas gratuitas por persona. Esta forma de difundir la ópera ya está siendo aplicada por el Centro Cultural Estación Mapocho desde hace cuatro años en el Festival Lo mejor del Teatro Municipal, que ofrece óperas, conciertos y ballet gratuitos con similar mecanismo. O sea, no es cuestión de dinero solamente, sino de GESTIÓN. Esa dimensión es la que caracterizará esta propuesta.
Un ejemplo de gestión patrimonial auto sustentable es el Centro Cultural Estación Mapocho.[1]Su Misión: Preservar el monumento nacional y Difusión cultural.
Su Propósito: Preservación Patrimonial, Gestión Cultural, Creación y desarrollo de audiencias culturales.
Ambos se logran a través del Auto-financiamiento:
Para sostener gasto operacional, Mantener el edificio, Invertir en el edificio y
Subsidiar manifestaciones de arte.
Tres herramientas fundamentales para la gestión cultural sustentable son el frontis, el sitio web y el uso adecuado del logotipo.
Este es un modelo de gestión generoso en redes y alianzas, que puede ser aplicable a otros espacios. Podemos resumirlo en las siguientes cifras promedio de once años de gestión:
431 funciones de arte
+ 209 días de exposiciones artísticas
+ 4 de actividades solidarias
=
Principalmente financiadas por
50 días de actividades comerciales
Es un modelo institucional participativo.
Este tipo de organizaciones culturales se encuentra en todas las instituciones culturales chilenas creadas después de 1990: Consejo Nacional del Libro y la Lectura; Comité de Donaciones Culturales; Consejo Nacional de la Cultura y las Artes; Consejo Nacional de la Música; Consejo Nacional del Audio Visual; Corporación Balmaceda 1215; Corporación Matucana 100; Fundación Centro Cultural Palacio de La Moneda; Fundación Nacional de Orquestas Juveniles; Fundación Museo de la Solidaridad Salvador Allende…
La Corporación Cultural de la Estación Mapocho es dirigida por un Directorio integrado por cinco socios fundadores más el Ministro de Educación (Presidente) y el Alcalde de Santiago (Vicepresidente). Los socios fundadores son siete:
•Universidad de Chile
•Fundación Pablo Neruda
•Fundación Premio Nobel Gabriela Mistral
•Fundación Tiempos Nuevos (Museo Interactivo Mirador)
•Corporación Cultural de Santiago (Teatro Municipal)
•Corporación para el Desarrollo de Santiago
•Corporación Cultural Parque de los Reyes
El mundo avanza hacia una institucionalidad participativa: los Consejos de las Artes.[2]
En la Tercera Cumbre Mundial de las Artes y la Cultura, realizada en Newcastle, Inglaterra del 14 al 18 de junio 2006 titulada: TRANSFORMANDO LUGARES, TRANSFORMANDO VIDAS se discutió intensamente el papel de los espacios patrimoniales, su conservación y la forma cómo pueden contribuir a mejorar la calidad de vida. Se dio en la propia ciudad de Newcastle, renovada y reconvertida en polo cultural del norte de Inglaterra, luego de la decadencia de su industria de carbón, astilleros y sus molinos que atendían a los países bálticos. Se discutieron casos de regeneración de espacios motivada por los artistas; de regeneración de tres ciudades en Sudáfrica; del aporte de los medios de comunicación en la regeneración cultural; del impacto de la cultura sobre el espíritu de una nación (Juez Albie Sachs); el impacto de grandes eventos como los Juegos Olímpicos en el desarrollo patrimonial; ciudades patrimoniales como Valparaíso[3], o el proyecto de rehabilitación de la Aduana de San José.
Por ejemplo, el castillo de Alnwick (donde se filmó Harry Potter) y fue la cena de la Cumbre, recibe aportes del North East Council of the Arts de Inglaterra para su mantención y organización de actividades turísticas y culturales.
En Chile: Chiloé, Humberstone, Sewell, Pascua, Valparaíso… están en regiones…
El patrimonio cultural chileno está diseminado en todo el país, por tanto, requiere de una institucionalidad descentralizada y regionalizada.
La concepción tradicional de conservación patrimonial lleva todo a la capital (la DIBAM es de 1929), así como los botines de guerra en la antigüedad.
Se ha comprobado que quienes mejor conservan en patrimonio son quienes conviven con él por generaciones. Las comunidades atacameñas que administran sitios arqueológicos y turísticos, en las cercanías de San Pedro de Atacama; los mineros de Sewell, y hasta ex presos de la Cárcel de Valparaíso.
En Rusia, los tesoros de la época de los zares que no pudieron ser ocultados de la barbarie nazi en los palacios de San Petersburgo, fueron conservados en las casas de los mismos trabajadores de los museos. Quienes restituyeron los valores en perfecto estado después de la Guerra, tal como consta en las salas de los propios museos rusos (Palacio de Verano).
El patrimonio se ubica, protege y difunde en un territorio determinado: una institucionalidad “territorializada”.
El caso de Valparaíso muestra que no basta el aporte de un sector para proteger, difundir y preservar el patrimonio, allí intervienen la ciudad, el gobierno central, las universidades, las empresas (EMPORCHI la empresa portuaria), la actividad artística y cultural, los ciudadanos… las colonias residentes…
Esto permite establecer las Responsabilidades del Estado respecto del patrimonio inmueble.
La intervención del gobierno en la preservación y uso sustentable del patrimonio continúa siendo una actividad necesaria en un mundo dependiente del mercado para la iniciativa y la inversión.
Según el profesor Mark J. Schuster[4] hay cinco y sólo cinco cosas que el gobierno puede hacer –cinco diferentes herramientas que pueden usar- para implementar sus políticas de diseño urbano, incluyendo sus políticas de preservación del patrimonio inmobiliario.
1. Propiedad y operación. El Estado puede escoger implementar políticas directamente, en este caso, por la vía de la propiedad y la operación de los recursos patrimoniales. El Estado hará X.
2. Regulaciones. Alternativamente, el Estado puede escoger regular las acciones de otros actores, particularmente los privados que ocupan recursos patrimoniales. Usted debe (o no debe) hacer X
3. Incentivo (y desincentivo). El Estado puede proveer incentivo o desincentivo para provocar las acciones de otros actores con respecto a los recursos patrimoniales en la línea de la política deseada. Si usted hace X, el Estado hará Y
4. Establecimiento y reforzamiento de los derechos de propiedad. El Estado puede establecer y reforzar los derechos de propiedad de las partes individuales a efectos de preservar y usar los recursos patrimoniales. Usted tiene el derecho a hacer X, y el Estado apoyará ese derecho
5. Información. El Estado puede recoger y distribuir información para influir en la acción de otros que pueden estar relacionados a la preservación o el uso del patrimonio inmobiliario. Usted puede hacer X o Usted necesita saber Y en orden a hacer X.
El Presupuesto público total en cultura en Chile 2006 son un poco más de 41 mil millones de pesos. [5]El Presupuesto 2006 destina al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes casi 13 mil millones de pesos, sin considerar los cuatro fondos concursables, que agregan cerca de 10 mil millones adicionales. Esta distinción no es menor pues los recursos asignados al Consejo como servicio público son gastados por resolución del Ministro Presidente del Consejo y Jefe del Servicio. Los recursos de los fondos concursables deben ser aprobados por el Directorio Nacional. De esos 13 mil millones, alrededor de una cuarta parte, el veintisiete por ciento -para gastos en el personal del servicio y en bienes de servicio y consumo- se destinan a la operación del servicio a nivel nacional. Otra cuarta parte del presupuesto (26%) se destina a instituciones culturales del sector privado vía transferencias determinadas en la Ley.
Otro presupuesto público muy importante en cultura está destinado a la DIBAM. El aporte fiscal es de un poco más de doce mil millones de pesos. Al que se agregan casi 400 millones de ingresos operacionales. La Red de Bibliotecas Públicas es uno de los grandes avances de los años recientes, derivado del aporte que realizara a la DIBAM la Fundación Bill&Melinda Gates a contar de 2001. Tiene destinado un presupuesto aparte, de casi dos mil trescientos millones de pesos que incluyen fondos para contribuir al financiamiento de la conexión a la Red de comunas de escasos recursos o apartados. Es interesante destacar que la gran inversión en bibliotecas públicas de nuestra historia, proviene de una fundación privada. Por cierto, basada en la confianza de una eficiente administración pública de los recursos. ¿No sería más atractivo para otras fundaciones privadas invertir en Patrimonio si su gestión fuese participativa sin fines de lucro?
La mayor parte del gasto cultural tiende a estar confiado a organismos participativos.
Si agrupamos los recursos de una manera más funcional que la forma de aparecer en la Ley de Presupuestos, tenemos que existen seis grandes categorías de recursos públicos destinados a la cultura: los fondos concursables; los elencos estables; los centros culturales; el patrimonio; nuevos públicos, y la acción directa del aparato del Estado. Existe una prioridad de los dineros fiscales en cultura para dos grandes sectores: la preservación y divulgación del patrimonio y el fomento de la creación artística, las industrias culturales, la gestión y la infraestructura cultural, a través de los fondos concursables.
La diferencia entre ambos radica en que mientras el dinero para el patrimonio es administrado y asignado sólo por servicios públicos dependientes del gobierno, los recursos para el fomento artístico y cultural son asignados por organismos colegiados con participación mayoritaria de la sociedad civil como son el Directorio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y sus correspondientes consejos sectoriales; el Directorio del CNTV, y los jurados constituidos para asignar los fondos de la DIRAC y las Escuelas Artísticas.
Un poco menor a lo que se destina a iniciativas de difusión cultural entre nuevos públicos como son la Red de Bibliotecas Públicas, las orquestas juveniles e infantiles y el Museo Interactivo Mirador. Estos dos últimos son administrados por Corporaciones o Fundaciones privadas participativas, sin fines de lucro. Superior en casi tres veces, a lo que se asigna a la gestión de centros culturales, administrados por corporaciones privadas sin fines de lucro como el Centro Cultural Palacio de La Moneda; el Centro Cultural Balmaceda 1215, y el Centro Cultural Matucana 100.
Muchos organismos privados sin fines de lucro gestionan espacios y programas públicos sin que esté en cuestión el tema de su propiedad ni de su aporte cultural, por ejemplo: Centro Cultural Estación Mapocho, Matucana 100, Balmaceda 1215, MIM, Programa de Orquestas Juveniles e infantiles, Sitios arqueológicos administrados por comunidades indígenas.
Sus resultados suelen ser mejores que las administraciones hechas por servicios públicos, tanto en cantidad de visitas o públicos, como en creación de audiencias, difusión, mantención y seguridad.
En síntesis, propongo un Instituto del Patrimonio…
Participativo (un Consejo Directivo con participación de la sociedad civil)
Regionalizado (con presencia en regiones y territorios relevantes)
Descentralizado (con capacidad decisoria en consejos regionales)
“Territorializado” (considerando zonas integralmente)
Con capacidad de “gestión de” y “adquisición para” las colecciones públicas
Con capacidad de asesoría en gestión patrimonial a la sociedad toda
Con autoridad para declarar bienes como patrimoniales
Responsable de los compromisos adquiridos nacional e internacionalmente
Que distingue propiedad y gestión públicas de gestión privada y se nutre de ambas
Que valora y reconoce a nuestros pueblos originarios y “patrimonios vivos”.
[1] Centro Cultural Estación Mapocho: http://www.estacionmapocho.cl/
[2] Federación Internacional de Consejos de las Artes: http://www.ifacca.org/
[3] Culture and innovation in urban centers Valparaiso case: http://www.artsummit.org/page.asp?id=195
[4] Schuster, J. Mark Preserving the built heritage. University Press of New England. Hanover and London. 1997.
[5] Información presupuestaria: http://www.dipres.cl/
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