25 abril 2013

LA CASA LARGA Y ANCHA DE CARMEN WAUGH


Se quedan cortos quienes, con justificado cariño y gratitud, ven en Carmen Waugh a una galerista pionera y la constructora del Museo de la Solidaridad. Fue aquello y mucho más: una imprescindible para muchos que hoy son destacados artistas y para la cultura democrática chilena. Pienso particularmente en su rol en los ochenta, de la mano de su emblemática Casa Larga.

Pionera en el barrio Bellavista, Carmen se instaló en una antigua casona que resultó premonitoria del desarrollo cultural que tendría el barrio cuando terminó la dictadura. Acogió exposiciones variadas, desde muestras de afiches sobre el medio ambiente a pintores consagrados, talleres permanentes de artes plásticas y una librería.

Desde esa instalación, convocó a los artistas plásticos para ilustrar el libro Porqué NO con que el comando respectivo quiso dar a conocer las razones del voto NO de decenas de escritores y artistas. Desde allí, Carmen, la gran convocante, colaboró y participó activamente en la construcción programática del futuro que, luego del plebiscito, inexorablemente vendría. 

La Casa Larga fue sede natural de innumerables reuniones con que el mundo de la cultura preparaba lo que serían las políticas en esta área de los gobiernos de Aylwin en adelante. Allí  presentamos, el 12 de junio de 1989, como lo recogió el diario La Época, con Carmen, María Maluenda, Eduardo Carrasco, Beatriz Ramírez y Jessica Ulloa los lineamientos del Programa cultural del PPD, partido entonces instrumental que reunía a la mayoría de los artistas y creadores que habían insuflado la Campaña del NO.  

Por ello, no extrañó que una vez recuperada la democracia e instalada la Corporación Cultural de la Estación Mapocho, fuera convocada a integrar su Directorio junto a el músico Jaime de Aguirre, el arquitecto del equipo de la remodelación Ramón López, el escritor Antonio Skármeta, la historiadora Lucía Santa Cruz, el Ministro de Educación Ricardo Lagos y el Alcalde Jaime Ravinet.

En recuerdo y gratitud a esa colaboración directiva, el Centro Cultural Estación Mapocho la propuso como candidata para ser homenajeada el Día Nacional de las Artes Visuales 2008, "por su imprescindible aporte al desarrollo y difusión del arte y los artistas chilenos e iberoamericanos, como también a la promoción de las artes visuales de América Latina en el mundo". Fue elegida por votación de sus pares para ser homenajeada, y la Ministra Paulina Urrutia la reconoció públicamente el 26 de septiembre de 2008.

Carmen siempre apoyó "casas" para  la cultura. A inicios de los 90, cuando comenzó a armarse el Museo de la Solidaridad Salvador Allende, con Carmen Waugh a la cabeza, la periodista Yenny Cáceres en revista Qué  Pasa escribió "esta reconocida galerista conversó con Roberto Matta sobre el destino de los óleos que cedió a la Unctad. "Seamos salomónicos. Que uno se quede en el Bellas Artes y el otro pase al Museo de la Solidaridad", le dijo el pintor. Así fue como "Hagámonos la guerrilla interior para parir el hombre nuevo" (200 por 490 cm, 1970) pasó a formar parte, en calidad de préstamo, del Museo de la Solidaridad,  

Bien podía gestionar el destino de un Matta, como recomendar un buen grabado de Antúnez al amigo que buscaba un regalo de matrimonio. Y también ocuparse de incorporar esculturas a los patios del Palacio de La Moneda. 

Tampoco olvidaba detalle cuando se trataba de agasajar a un ser querido, como cuando "dateó" a quienes organizaban un masivo cumpleaños de su yerno, Ricardo Nuñez, en el sindicato de la ETC, de la pasión del político por las motos. Sorprendió a todos el ingreso de Nuñez, en plena dictadura, montado en su moto y luciendo una pertinente chaqueta de cuero.

La verdad es que recordaré a Carmen siempre dispuesta y disponible para escuchar, compartir y acoger. Sobre todo acoger en espacios amplios, largos, anchos y altos. Un mujer que acogía en tres dimensiones.

Y sin necesidad de anteojos especiales.

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