06 marzo 2008

PROFESSOR MARK J. SCHUSTER, UN HOMBRE SABIO Y GENEROSO


He descubierto que los libros tienen padre.
Me lo enseño un gran maestro que conocí en Cambridge, Massachussets, en el primer semestre de 2006.
Revisando material para mi proyecto de publicación en las diferentes bibliotecas de Harvard, en varias de ellas me apareció un autor que desconocía pero que me motivó "a primera vista": Mark J. Schuster, Professor of Urban Cultural Policy en el MIT. En la Widener, biblioteca central, pero tambien en la de Arquitectura y Diseño; en la de Gobierno y por cierto en la de Artes... hasta en la de Negocios estaban diversos textos suyos.
Es que se trataba de un hombre sabio, capaz de sistematizar tanto las 5 herramientas para la intervención del Estado en Patrimonio como los estudios comparativos de los diferentes Modelos de Desarrollo Cultural en el mundo.
Cuando, fascinado por la lectura de sus textos, decidí investigar más sobre él, descubrí que trabajaba en el MIT y vivia en Cambridge.
Sin muchas espectativas le envié un correo electrónico presentándome y manifestando mi admiración por su pensamiento.
Me respondió muy pronto, agregando la dirección de su oficina y de su domicilio, junto con una propuesta de fecha para reunirnos.
Bastante incrédulo, partí a la cita, confundiendo ambas direcciones, llegando a su casa mientras él me esperaba en su oficina. No fue obstáculo para que -a pesar de mi torpeza- me cambiara la cita y ésta fuese directamente en su casa, que me quedaba a pocas cuadras. Más exactamente, nos reunimos en el bar donde solía beber exquisitos cafés y dónde se manifestó como gran conocedor de la cultura cafetera y las especialidades catalanas. Obviamente había trabajado en Barcelona, en proyectos de urbanismo en el Corredor del Llobregat.
Conversamos ese día como si fuese el último de la vida para ambos. De inmediato surgieron los temas en común y mi curiosidad por el financimiento cultural. Me contó de las loterías, de los sistemas de "partnership", de las donaciones privadas... en medio de ese entusiasmo me habló de su cáncer.
La segunda reunión, ya con menor ansiedad y mayor amistad, tenía preparados varios de sus libros para regalarme. Uno de ellos, la compilación editada por él "Who's to pay for the arts" que me había costado conseguir en la Biblioteca de la Escuela Kennedy de Gobierno, por ser muy solicitado. En la dedicatoria había escrito: "To Arturo, a fellow harvester in the vineyard of cultural policy" Mark J. Schuster, 1° june 2006.
Le comenté que ese libro me inspiraba el título de mi propio libro, en pleno proceso de redacción. Se alegró mucho con la noticia, me estimuló a terminarlo pronto y, por cierto, hacerselo llegar. Cuando lo hice, respondió apenas lo recibió:
Arturo,
I have just received my copy of your new book. Thank you very much, especially for the reference to my work in your choice of title. This is the ultimate compliment for an academic.
My warmest regards,
Mark

Antes, me había enviado sus apuntes de clases. Era como si quisiera traspasar el máximo posible de conocimientos en un plazo breve. Su generosidad intelectual no tenía limites.
En la segunda conversación le sugerí que me encantaría invitarlo a Chile, a dictar un Seminario. Me respondió que no creía que su enfermedad se lo permitiera; en todo caso, para que no fuera a pensar que se negaba, me indicó los meses en los que sus terapias contra el cáncer le permitían viajar.
No alcancé a cumplir con la propuesta. La enfermedad sí lo hizo y el 25 de febrero de 2008, lo derrotó el cáncer. Tenía mi misma edad, muchísimos más conocimientos, pero sobre todo una enorme disposición a compartirlos.
Es el auténtico padre de mi libro "Cultura ¿quién paga?"
Muchas gracias, Professor Schuster.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario