El 12 de enero fue la fecha escogida para que el Ministro Presidente del CNCA entregara la Cuenta Pública de su primer año de mandato. El escenario determinado fue el Palacio de La Moneda, con toda su solemnidad y ritos. Los asistentes, muchos de aquellos mismos - o sus sucesores en el rol que entonces jugaban- que "entraron" por primera vez a La Moneda bajo la presidencia de Eduardo Frei, en 1997, cuando éste designo a la Comisión Asesora Presidencial propuso los textos bases para la Ley que creó el CNCA y las primeras modificaciones a la Ley de Donaciones Culturales en el emblemático informe "Chile está en deuda con la cultura". Y esa deuda, en la referida cuenta, se continuó pagando.
Primero, el Ministro Luciano Cruz Coke despachó lo realizado para ordenar y reconstruir la casa. Literalmente: superar la impresentable posición DICOM/G en la que encontró el Consejo al asumir y la mucho menos presentable situación en que el terremoto del 27/F dejó a gran parte del patrimonio cultural inmueble del país. Reafirmando, eso sí, que para ello "los Fondos (concursables) no se tocan". Y así fue, sólo se trasladaron de mes "Septiembre es el mes de los Fondos" y anunció su incremento para el 2011, como ha sido habitual desde su creación. Escogió ese mismo mes como plazo para anunciar los esperados cambios a la legislación sobre propiedad intelectual, agregando pistas sobre su espíritu: "Siempre he preferido la zanahoria antes que el garrote", es decir, estímulos a la irradiación de música chilena más que cuotas de transmisión.
Otro anuncio infiltrado entre la Cuenta se refiere al tantas veces predicho cambio de la Ley de Donaciones Culturales, ampliándola a conservación del patrimonio y aumentando el número de donantes y beneficiarios, no sin agradecer el trabajo hasta ahora realizado por Oscar Agüero, secretario ejecutivo del Comité de Donaciones y el primer nombrado individualmente acompañado luego sólo por Ricardo De la Fuente por sus esfuerzos en beneficio dela internacionalización del audiovisual chileno. Ello, en el marco de la preocupación por la industrias creativas en general y del cine en particular que ejemplificó con el Seminario Economía & Cultura que contó con una vasta asistencia de emprendedores culturales y dos o tres grandes de la producción cinematográfica mundial.
Es verdad que uno de los sellos visibles del primer año de Cruz Coke ha sido su preocupación por la pantalla grande, sin descuidar las escaramuzas por la pantalla chica que se diluyeron en una guerra de "cartas al director" que no ameritó constancia en la Cuenta anual.
Lo que sí consta en el informe anual es el apoyo a espacios culturales activos como Matucana 100, Balmaceda 1215 y el Museo Pre colombino junto a aquellos en vías de gran actividad como los inaugurados 2010 en San Joaquin y Angol y la nunca demás ratificación que la gran sala del GAM comenzará a construirse en 2012 mientras el 2011 sus arquitectos volverán a dibujar sus ambiciosos planos. Todo, en el entorno de los 52 centros culturales que debieran estar terminados el 2015, resultado de la continuidad de la previsora Comisión de Infraestructura Cultural que diseñara el Presidente Ricardo Lagos en 2000.
Entre los nuevos programas iniciados en 2010 destacó el Ministro a Servicio País/Cultura, Acciona, Cultura en Cárceles, el Plan Cultural Araucanía (tan imprescindibles), y el reforzamiento de las tradicionales escuelas artísticas. Además, recordó las flamantes áreas de Arquitectura, Diseño y Artes circenses que se agregan a Fondart y que tuvieron disimiles antecedente en el año que se informa: una prometedora Feria del Diseño que renació con fuerza y apoyo del CNCA y una discutible muestra circense en Rapa Nui que no dejó satisfechos a los esforzados trabajadores del circo social.
Las malas noticias vinieron desde las encuestas de consumo cultural que siguen marcando un peligroso nivel: escaso. Caídas en cine, en teatro y otras áreas llevan a deducir que aún hay mucho por hacer en términos de construcción de espacios, de hábitos de consumo en los mismos (creación de audiencias) y fortalecimiento de instituciones que los gobiernen. Cifras negativas a pesar del esforzado trabajo de los dos elencos estables del CNCA que representaron 85 funciones en el caso del BAFONA y 72 conciertos en el caso dela Orquesta de Cámara.
De esta última, destacó Cruz Coke su presentación en Pan de Azúcar que marca la preocupación por descentralizar la cultura, acompañado en el empeño por la flamante Subsecretaría de Turismo -cuya titular estaba presente en el acto- destacando la creación en común de un polo turístico/cultural en Valparaíso, que considera los renovados carnavales, travestidos en un festival inspirado por Matta que celebra su centenario el 11 del 11 del 11, también recuperar 11 ascensores patrimoniales y el polémico proyecto de Parque Cultural que "contra viento y marea" se construye a pasos agigantados en el cerro Cárcel.
Quizás uno de los aspectos más relevante de la cuenta 2010 está en la acción internacional que simbolizó el Ministro en el estreno mundial de la ópera Il Postino, en Los Ángeles, dónde distribuyó personalmente un número poco habitual de medallas; en la presencia de la arquitectura chilena en Venecia; los convenios con grandes estudios fílmicos; el intercambio de experiencia en gestión de fondos concursables por expertice en conservación patrimonial con Bolivia, y la noticia de que seremos invitados de honor en la Liber 2013, una de las dos grandes ferias del libro de habla hispana.
Como se ve, con los correctos agradecimientos a sus colegas del Directorio Nacional, la alusión a la Convención de fijación de políticas culturales 2011-2015 de Puerto Varas y en presencia de gran parte de la comunidad cultural, los responsables de aplicar la Política Cultural generada colectivamente han dado otro paso en pagar esa deuda histórica que el talentoso escritor fallecido Carlos Cerda plasmó en la frase "Chile está en deuda con la cultura".
Seguimos pagando.
Se agradece que se difundan este tipo de noticias. Gracias
ResponderBorrarLo que no se visualiza claramente es el rumbo, el norte hacia donde se conduce la nave: hay algo de continuismo, deudas "impagas" pagándose, acciones visibles y/o vistosas, alguna "corrección respecto de políticas desacertadas, pero la declaración de lo que viene (no la cuenta de lo que se ha hecho), no está del todo explicitada, y eso si que puede acrecentar la "deuda" con la cultura, sobre todo si las políticas del CNCA comienzan a tornarse opacas, por bien orientadas que puedan parecer.
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