19 marzo 2018

UN ANTECEDENTE A LAS ENCUESTAS CULTURALES


Comparación 1995-2005 de visitantes a espacios culturales de Santiago 


La historia de las encuestas culturales en Chile es breve, se remonta solo a mayo de 1987, cuando se realiza la primera encuesta de Consumo Cultural en Santiago, aplicada por dos ONGs: Ceneca y Flacso. Fue todo un acontecimiento, que ha pasado bastante inadvertido. Hasta ahora, que se ha dado a conocer un proyecto del sociólogo Tomás Peters que digitaliza las publicaciones de CENECA, para ponerlas en igualdad de condiciones con lo que vino después. Sin embargo, el ejemplo de la ONG fue recogido, en 1995, por el nuevo Centro Cultural Estación Mapocho que, junto con acoger manifestaciones artísticas y culturales masivas agrega un aspecto inédito en este tipo de organizaciones: un Observatorio del Público. Es de interés agregar sus características y resultados al debate que se inicia.


El debut fue en 1995, en junio, cuando en conjunto con ADIMARK -con apoyo de TVN y la Municipalidad de Santiago- se realiza un primer estudio de Intereses culturales en  la Región Metropolitana.

Tal como se afirma en Cultura ¿quién paga?, RILeditores, 2006, capítulo 7:

Hasta 1995, no se conocían en Chile estadísticas culturales aplicadas a la gestión de un espacio cultural. Ese año se crearon tres mecanismos para conocer al público real o potencial al que serviría el Centro Cultural Estación Mapocho: el Observatorio del público; las Diez cifras y la Encuesta de intereses culturales.

El Observatorio del público realiza permanentemente encuestas entre el público de las diferentes actividades que ocurren en el Centro Cultural Estación Mapocho para arrojar perfiles de estos usuarios y sus niveles de fidelización con el espacio. Adicionalmente, efectúa encuestas de satisfacción con el servicio brindado, entre los clientes del centro.

Las Diez cifras constituyen, al final de cada año, el resumen y balance de las actividades reducidas a números: cantidad de asistentes; cifra de funciones escénicas; cantidad de días de exposiciones; jornadas destinadas a actividades comerciales y solidarias; dinero aportado por el Centro para subsidiar actividades culturales; monto de las inversiones en el edificio; volumen de los proyectos administrados por concepto de la Ley de Donaciones Culturales, y perfiles de público y niveles de fidelización del año su detalle desde 1995 y hasta 2004 es público.

La Encuesta de intereses culturales fue iniciada en 1995 con el objeto de “determinar los hábitos y actitudes con respecto a música, cine, teatro, museos, danza, libros y exposiciones y descubrir el nivel de conocimiento de los lugares donde se ofrece actividad cultural y predisposición a acudir”. Fue replicada en 2005, agregándose el objetivo de “determinar los cambios en los hábitos e intereses culturales de la población de Santiago, en los últimos 10 años y conocer el rol actual del Centro Cultural Estación Mapocho en la actividad cultural de la ciudad”(Adimark, Estudio Intereses Culturales Junio 2005).

Ambas encuestas fueron administradas con similar metodología: un estudio cuantitativo, con entrevistas individuales y personales en el hogar de los entrevistados. La muestra en ambos casos alcanzó a alrededor de 630 personas, hombres y mujeres, de 15 a 74 años, de todos los niveles socio económicos a excepción del grupo E.

La repetición, diez años después, permitió establecer comparaciones. Los principales resultados de esta comparación fueron publicados en Diez años de cultura en Santiago:1995-2005, El Mercurio, Artes y Letras, el 14 de agosto de 2005. Pueden agruparse en doce aspectos.

1. En 2005, los habitantes de Santiago señalan tener un menor interés por el cine, por el teatro –un tercio menos los más pobres y los mayores- y un gran desinterés por la música clásica y la ópera, que cae más o menos a la mitad en todos los grupos socioeconómicos, de sexo y edad.

2. Los santiaguinos mantienen en 2005 igual sus intereses por la lectura – de libros y diarios-, por escuchar música, asistir a conciertos –sólo suben en ABC1-, ir a exposiciones de artes plásticas, concurrir a espectáculos de danza e ir a bibliotecas y museos.

3. Por otra parte, en estos diez años ha aumentado casi en un 20% el interés por concurrir a ferias culturales o de temas específicos. Este crecimiento se da principalmente entre los jóvenes –menores de 40 años- , en hombres y en sectores medios y altos (C3 y ABC1).

4. En lo referido a la evolución de actividades realizadas aunque sea una vez en el último año, ha ido más gente al cine que en 1995, de todos los sectores; más gente al teatro, especialmente de estrato alto; más personas a conciertos de música en vivo, especialmente los más pobres; menos gente a asistido a los museos, de todos los estratos. Estas cifras indican que el cine y el teatro están estrechamente vinculados a los ingresos de la gente o al valor de las entradas: si fuesen más baratos, asistiría más gente. Contrario es el caso de los museos donde la principal razón de desinterés por asistir es la falta de tiempo, lo que indicaría una falta de calidad de las muestras. En cuanto a los conciertos de música en vivo, llama fuertemente la atención el aumento de la asistencia a ellos de los sectores más pobres, de los jóvenes y de las mujeres.

5. Los gustos musicales, en general –romántica, folklórica, salsa, rock, pop, jazz, electrónica- se han mantenido estos diez años, a excepción de la música clásica y de la ópera que enfrentan una preocupante caída, conservándose un interés sólo en sectores altos y entre los mayores de 60 años.

6. Por otra parte, ha aumentado la información de lo que ocurre en cultura. Cada vez es menor la cifra de quienes atribuyen a falta de información la inasistencia a actividades culturales. Asimismo, los culturales ocupan en 2005 el segundo lugar entre los temas de mayor interés en los diarios superando esta vez a los deportivos y a los de espectáculos. Este aumento de la información cultural puede deberse también a la presencia creciente de ella en sitios Web, vía pública, pendones en los espacios culturales y radios.

7. En cine, el público habitual sube de 23 a 35% siendo esto más ostensible en los sectores de altos ingresos y entre los menores de 40 años. Entre los sectores bajos, el problema del alto valor de las entradas es muy relevante y se agudiza en éstos diez años.

8. El teatro acusa una leve subida de asistencia, del 9 al 13%, concentrándose el alza casi exclusivamente en el sector de altos ingresos (ABC1). Nuevamente, el factor precio de las entradas incide cada vez más aunque mejora el acceso a la información sobre la cartelera. De los datos puede derivarse también un problema de oferta pues no se registra en los diez años nuevas obras de gran conocimiento del público. Permanecen como los grandes atractivos La pérgola de las flores y La negra Ester, las que incluso acusan un alza de asistentes en el decenio. Llegando la Pérgola... al 2005 a ser vista por el 50% de las personas y La negra... por un tercio del público encuestado al mismo año.

9. La lectura de libros es pareja en todas las edades, mientras la lectura de diarios aumenta con la edad y la de revistas es más fuerte entre los jóvenes. En general, el interés por la lectura de libros es alto, siendo mayor en sectores medios bajos (C3). Un 64% de los encuestados, casi dos tercios, ha leído al menos un libro en el último año. El mayor porcentaje está entre los jóvenes de 15 a 24 (80%) lo que podría estar influenciado por su condición de estudiantes, pero el segmento que lo sigue (25 a 39 años) también es alto: 71% ha leído un libro en el último año. Lo que podría estar hablando de hábitos de lectura ya formados.

10. Un 57% de las personas ha asistido a museos, galerías o exhibiciones de arte, pero este promedio es decreciente según nivel socioeconómico y edad. Quienes más asisten son los sectores altos (79%) y los jóvenes de 15 a 24 (66%). Al consultarse sobre cuales museos ha asistido, la única mención relevante es el Museo de Bellas Artes, los demás no alcanzan al 5% de las menciones. Entre las razones esgrimidas para no ir, la principal, casi dos tercios de la muestra, es no tiene tiempo. Comparando con 1995, baja el interés por asistir a exposiciones de pintura clásica.

11. En danza, el panorama es menos alentador. Cae el interés comparativo en todas sus formas: ballet folklórico, ballet clásico y danza moderna, en ese orden.

12. Los lugares culturales con alto nivel de conocimiento y asistencia son sólo cuatro en la ciudad: Museo de Bellas Artes, Biblioteca Nacional, Centro Cultural Estación Mapocho y Teatro Municipal. Con respecto a 1995 sólo aumenta el público del Bellas Artes – levemente- y más significativamente el del Centro Cultural Estación Mapocho. Los otros dos permanecen iguales. Entre los espacios con bajo nivel de asistencia pero buen nivel de referencias de terceros, destaca Matucana 100. El aumento de público del Centro Cultural Estación Mapocho está mayoritariamente concentrado en el ABC1, el C2 y entre los hombres jóvenes.


Se confirma que los cambios en los intereses culturales de una ciudad son lentos y que diez años es una buena distancia para medirlos. Se mantiene una tendencia general a que quienes tienen más interés y logran una mayor realización de sus intereses culturales son los sectores de mayores ingresos y los jóvenes. El menor nivel de interés y baja realización está entre los mayores de 60 y los más pobres. Deberemos entonces focalizar las políticas culturales en los sectores de pobreza y de mayor edad. Eso implica tal vez horarios adecuados para adultos mayores y precios factibles para aquellas personas de menores ingresos. 

Por otra parte, se advierte que actividades como el cine y el teatro son muy sensibles al precio de la entrada. Al respecto parecen ir en la dirección correcta medidas como el Día del cine, los miércoles rebajados y los festivales de teatro “a mil”, “a luca” o “a cien”. El interés por los conciertos de música romántica va en aumento en todos los sectores. Es preocupante la caída drástica del interés por la música clásica y la ópera y el persistente bajo interés por los museos. Inquieta cruzar esta realidad con la cantidad de recursos que el estado destina a estas disciplinas que aparecerían mucho más favorecidas que otras que despiertan mayor interés del público.

La lectura aparece en un buen pié. Con interés creciente de los más jóvenes y con niveles crecientes de lectura de diarios, revistas y libros. Al respecto sube también, especialmente en los jóvenes, el interés por las bibliotecas que han experimentado en los últimos años un trascendental cambio al incorporar computación y biblio redes entre sus servicios. Este interés y realidad de lectura de libros se confirma con la Feria Internacional del Libro de Santiago – la exposición que despierta el mayor grado de interés- y la vigencia desde 1993 de la Ley de Fomento del Libro y la Lectura. Se verifica que la aplicación políticas públicas combinadas con aportes privados y con un criterio innovador pueden llegar a influir en el desarrollo cultural de una ciudad.

Como se ve, hay bastante coincidencia con los resultados conocidos recientemente, a nivel nacional.

Sin embargo, quedó claro que la de 2005 sería el último estudio asumido por el CCEM y se dejaría paso a los generados -ahora a nivel nacional- por el CNCA.

Así fue como en 2005 apareció la primera encuesta de Consumo cultural y uso del tiempo libre 2004/2005 del Consejo Nacional de la Cultura. La experiencia se repitió en 2009 con la II Encuesta Nacional de Participación y Consumo Cultural. Y luego en 2012, la III Encuesta Nacional de Participación y Consumo Cultural.

Para culminar, ampliando lo anterior a todo Chile, con mayor cantidad de casos y un componente cualitativo, en  agosto 2017: la reciente Encuesta Nacional de Participación Cultural, presentada sólo a horas de que se pusiera en marcha el Ministerio de las culturas, las artes y el patrimonio. Que debiera seguir con esta interesante serie de cifras, de tanta utilidad para seguir profundizando las políticas culturales que guían su accionar.

Pero, antes, deberíamos analizar las cifras disponibles hasta hacerles confesar toda su riqueza.  

2 comentarios:

  1. Estimado Sr. Navarro. Estoy interesado en comunicarme con usted. Soy Gestor Cultural, vivo en la ciudad de La Rioja (Argentina). Mi correo electrónico es gcontrerasbazan@gmail.com
    Atentamente.

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