19 junio 2017

LO QUE NOS DEJÓ FEDERICO




Federico Ibáñez Soler, recientemente fallecido, fue director general del Libro del gobierno de España entre 1990 y 1993, cuando Jordi Solé Tura fue ministro del Gobierno socialista de Felipe González. "Fue un agitador del mundo al que se dedicó; apoyó iniciativas editoriales, fue propulsor de debates entre editores, creó premios para resaltar la labor de los otros. Y hasta el final de sus días fue un agudo polemista, alguien que no se conformaba nunca con lo que podría parecer la última palabra". Lo supimos y conocimos bien pues, aunque esta reseña del diario El País no lo recuerda, fue el gran impulsor de la magnifica muestra Letras de España que recibimos en el CCEM en marzo de1993, como un homenaje de la democracia de España que cumplía 25 años a la naciente democracia chilena. ¡Cómo hacerlo mejor que a través del libro!


Fue, quizás, la primera gran muestra internacional del Centro Cultural, aún en remodelación. A Federico no le importó el contratiempo. Decidió construir su pabellón, reflejo del que había instalado previamente en las Ferias de Frankfurt y Bogotá, en lo que estaba listo: el Hall y la Plaza de la Cultura. Allí se edificaron gruesos muros -emplazados en andamios recubiertos de madera aglomerada- que acogían salas de conferencias y de cine, una tasca española con vista a la cordillera -que tanto le inquietaba- y espacios para exhibición de artes visuales.

En el Hall emplazó sendas mesas redondas gigantescas (5) -una bajo cada cúpula de la majestuosa sala- y un sexto espacio, libre, para recibir a los lectores infantiles. Cada uno de los 8 mil ejemplares estaba convenientemente protegido por un -desconocido en Chile- sistema de alarmas antirrobo que hizo pasar vergüenzas a más de algún compatriota. Se trataba de exponer toda la producción editorial española desde la caída de Franco hasta la caída de Pinochet. Nada menos.

Acompañaban a los libros unos ocho escritoras y escritores que se desplegaron por diversas universidades del país a estimular, también, la lectura. Los libros fueron donados a la naciente biblioteca de Balmaceda 1215.


Federico era también un excelente conversador, recuerdo con especial cariño una dilatada "polémica" que se prolongó durante sus varios viajes, sobre qué nos provocaba la cercana cordillera. A él, la montaña inminente lo impulsaba a subirla, a saltarla, a superar el obstáculo...  a mí, por el contrario, me hacia sentir acogido y me hablaba como un irrenunciable punto de referencia para ubicarme en la ciudad. Intentó en vano convencerme, tampoco pude hacer mella en sus aventureros impulsos.

El único punto en que estuve rotundamente de acuerdo con Federico fue cuando -después de ocurrido- me reprochó que en un magnifico almuerzo que le ofrecimos a la delegación española en el Hall del Centro Cultural apareciera de pronto una Tuna, cantando canciones españolas. Grave error, me hizo ver. Las Tunas son un símbolo fascista y del franquismo. Terminé agradeciendo que no se hubiese retirado en el momento mismo de la poco diplomática ofensa. Lección aprendida, que aún me avergüenza.

"Podría decirse que Federico Ibáñez podía discutir a la vez con Dios y con el Diablo y no darle la razón a ninguno; era un ser de una independencia moral, y política, formidable", expresa con justicia El País. Solo puedo agregar que Federico, con su profesionalismo, honestidad y sinceridad, se integró a la historia del libro en Chile en tiempos en que se debatía una Ley que, hoy, lo fomenta junto a la lectura y se perfecciona permanentemente.

Más allá de ese aporte en consideración de ese salto que Federico acaba de dar en pos de nuevos desafíos, es necesario agradecerle lo que nos dejó, al libro y a Chile.

Gracias, Federico.

14 junio 2017

CULTURA E IDENTIDAD:ACCESO AMPLIO E IGUALITARIO




El libro parece estar siempre en el comienzo de las actividades relacionadas con la cultura, desde la Biblia; desde los antiguos griegos a esta nueva versión del Partenón exhibida en Alemania en Documenta 14 por la artista argentina Marta Menujín; desde los inicios de la dictadura de Pinochet que los quemó tempranamente; desde los primeros esbozos de la política cultural de la democracia, iniciada por la Ley de fomento del libro y la lectura; se repite en la primera manifestación de los planes de cultura del candidato Alejandro Guillier, en el Teatro Caupolicán el domingo 11 de junio: “Tenemos que volver al libro. Hemos perdido la cultura de la lectura. La cultura nos da pensamiento crítico. Necesitamos la cultura del libro y vamos a trabajar para que el libro sea accesible a todo Chile”, aseguró durante el estreno público de sus Bases Programáticas 2018-2022, que se entregaron el martes siguiente las que en su punto seis expresan, en tres apartados, las doce propuestas del área cultural,  que llevan el título que encabeza esta nota.


En el primer párrafo se encuentra una declaración de principios: "La política cultural trabajará para democratizar e internacionalizar la producción, distribución y el consumo cultural; reconoceremos como un valor nuestra diversidad y las múltiples identidades socioculturales que somos; ingresaremos de lleno en el mundo digital, al que muchos emprendedores culturales jóvenes y empresas creativas ya han entrado por sus medios y a veces con grandes dificultades; y, sobre todo, promoveremos a través de la acción cultural, la educación y las comunicaciones, un modo de convivencia basado en la colaboración, el respeto y la convivencia, desmercantilizando en la mayor medida posible nuestras pautas de relación social".

Derivado de ello, los desafíos y compromisos para el sector cultural, agrupados en tres secciones:

Sobre el Cambio Cultural
1. "Implantaremos una institucionalidad cultural potente, asertiva, descentralizada, con enfoque territorial, intercultural, intersectorial y de género, bajo la rectoría del Ministerio de las Culturas, que irradiará su labor en todo el país". 
Una descripción breve de lo que debiera ser el nuevo Ministerio que, obviamente, corresponderá instalar al futuro gobierno.

2. "Implementaremos estrategias comunicacionales y educativas que propiciarán una reflexión ciudadana sobre la convivencia y el bienestar, tendiente al inicio de un proceso de cambio cultural desde las personas". 
Un agregado respecto de las atribuciones del nuevo organismo en cuanto a motivar un necesario cambio cultural, para lo que se requiere el trabajo conjunto con autoridades de Educación y de los medios de comunicación.

3. "Crearemos un sistema multimedial de comunicación cultural que incluirá un canal de TV, bajo un concepto amplio de cultura, representativo de las identidades presentes en Chile, abierto al mundo y que tendrá como referente a las mejores experiencias mundiales en materia de medios de comunicación culturales". 
Una vuelta de tuerca sobre el actual proyecto de TV cultural, agregando ingredientes multimediales: redes sociales, radiales, medios impresos y, quizás, la editorial estatal que menciona más adelante.

Sobre las Prácticas culturales

4. "Trabajaremos para estimular tanto la producción cultural como la demanda de cultura, por una parte, fomentando a los distintos sub sectores de la industria creativa y por otra, de manera equilibrada, el interés del público, de Chile y el exterior, por los productos culturales procedentes de las distintas regiones y territorios de nuestro país". 
En línea de continuidad con lo realizado hasta ahora por el CNCA, enfatizando la producción y demanda de cultura de regiones y territorios menos favorecidos hasta ahora.

5. "Impulsaremos programas de fortalecimiento y visibilización de las identidades territoriales, llegando a producir marcas territoriales y denominaciones de origen consonantes con esas identidades, con base en la vocación de los territorios, consonantes con planes mayores que surgirán en el marco del proceso de descentralización del país y con una proyección nacional e internacional. Para esto se trabajará en un ecosistema de política pública que integrará a la instancia institucional de descentralización que crearemos, a las instituciones públicas ligadas al fomento de la economía, Servicio Nacional de Turismo, la Fundación Imagen de Chile, los gobiernos regionales, comunales y las comunidades locales, incluidos los agentes productivos y las empresas presentes en los territorios". 
Profundización de lo realizado en cuanto a fomentar las denominaciones de origen de productos artísticos y culturales, teniendo a la vista, tal vez, la exitosa experiencia del Perú.

6. "Fomentaremos espacios públicos locales (epicentros culturales) de alto estándar para el encuentro de la población en torno a la cultura, con foco en territorios de menor escala y más rezago, a los cuales podrán concurrir creadores, productores y público de distintas comunas, regiones y países. Se proporcionará infraestructura y financiamiento a través de gobiernos regionales y municipalidades, y asistencia técnica especializada para la gestión cultural y administración eficiente de estos espacios. En su planificación, administración y control participarán las organizaciones de la comunidad local" 
Un énfasis en la hasta ahora mayoritariamente frustrada intención de aportes financieros desde los municipios junto con la recepción a la idea de la participación en ellas de las comunidades locales, tal vez en línea con lo planteado por las bases programáticas de Beatriz Sánchez, de los presupuestos participativos.

7. "Haremos de las agregadurías culturales de Chile en el mundo focos de intenso trabajo promocional en torno a la cultura, identidades e imagen de nuestro país. Las agregadurías estarán conectadas con los productores y creadores culturales de los territorios y con los epicentros culturales de las regiones. Chile llegará al mundo directamente desde sus regiones y comunas". 
Establecimiento de relaciones directas entre creadores y las Embajadas en el exterior, reiterando el concepto de epicentros culturales, que tal vez requiera una mayor definición. Esta propuesta es compleja debido a la suerte de monopolio de las relaciones exteriores que tiene el Ministerio del ramo.


Sobre el Financiamiento de las prácticas culturales

8. "Mejoraremos los sistemas públicos de financiamiento a la actividad cultural del país, optimizando los sistemas de postulación para que accedan a financiamiento en igualdad de condiciones los productores y creadores de las distintas zonas y sectores sociales, como son zonas rezagadas, pueblos indígenas y migrantes, entre otros. Se ponderará favorablemente a los proyectos cuyos gestores acrediten el carácter de agentes culturales de base, con real trabajo comunitario, aunque con estándares de calidad de alto nivel en su quehacer". 
En línea con los anuales perfeccionamientos de los Fondos de Cultura que persiguen llegar a través de segregación positiva a los mismos objetivos. El concepto de base, quizás, debiera ser complementado por el más actual de ciudadanos y ciudadanas.

9. "Implementaremos una agenda intensiva para mejorar nuestro nivel de lectoría y comprensión lectora. Crearemos una editorial estatal para promover la lectura y producción de obras nacionales a un costo que permita el acceso de todos los sectores sociales. Incorporaremos a esta editorial la tecnología necesaria para la digitalización y el acceso universal a las publicaciones. Usaremos recursos tecnológicos de primer nivel para favorecer el acceso a contenidos de las personas en situación de discapacidad. En esta misma línea, eliminaremos el Impuesto al Valor Agregado a la compraventa del libro". 
Imposible no advertir la semejanza con la Editora Nacional Quimantú en cuanto a los libros de bajo costo y de acceso de todos los sectores. Tal vez faltó agregar el acceso directo de la organizaciones sociales, que tanto fruto dieron a la Editora de la época de Allende. El tema del IVA, más aún con políticas de libros de bajo costo y digitalización de muchos de ellos, es marginal.

10. "También facilitaremos el acceso a tecnología digital de última generación para la producción y distribución de la producción musical interpretada o compuesta por personas de nacionalidad chilena o aquellas avecindadas en el país, especialmente creadores jóvenes, pueblos originarios y creadores populares". 
El acceso a las nuevas tecnologías es una necesidad no requerida sólo por el mundo de la música, tal vez debiera ampliarse este punto a otras áreas como por ejemplo la audiovisual y la editorial.

11. "Intensificaremos, en conjunto con el Ministerio de las Culturas, el Ministerio de Bienes Nacionales, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Vivienda y el Ministerio de Obras Públicas, la recuperación, preservación y socialización del patrimonio material del país, acelerando el ritmo al cual esto se ha venido haciendo hasta ahora e incorporando en esta tarea a los gobiernos regionales y comunales, junto con las comunidades organizadas".  
Tema que está en el tapete hace muchos años y que debiera comenzar a resolver el futuro Ministerio al disolver la DIBAM y perfeccionar el CMN. El desafío estará en la incorporación a ello de los gobiernos comunales -muy sensibles a la presión inmobiliaria- y las comunidades organizadas, que efectivamente podrían hacer un sustantivo aporte.

12. "Protegeremos el idioma y costumbres de los pueblos originarios, incluyendo cátedras universitarias y cursos gratuitos para contribuir a esta labor". 
Un aspecto de consenso que ha registrado algunos avances en el último tiempo. Es necesario resaltar, eso sí, que la gratuidad o no de los cursos señalados es menos relevante que su calidad y respeto por las culturas indígenas. Un sólido conjunto de cátedras universitarias con esas mismas características sería de fuerte impacto especialmente en las elites más alejadas del asunto.


En síntesis, tal como advertía en los programas culturales de  los candidatos analizados con anterioridad, hay una fuerte tendencia a la continuidad de las políticas hasta ahora creadas y aplicadas por el CNCA. Las novedades están en los énfasis del trabajo conjunto con otros ministerios -lo que permite ahora el rango de tal que está pronta a adquirir la cultura-; el agregado de la dimensión internacional articulando -por fin- la creación nacional directamente con las oficinas culturales del país en el exterior; el anunciado aporte a la digitalización de manifestaciones artísticas, y, sobretodo, el anuncio de una editorial estatal asociada al bajo costo de los libros.

Llama la atención la ausencia de algunos términos como gestión cultural, audiencias, fondos concursables y la incorporación de otros conceptos que requieren una mayor definición.

En definitiva, un avance que resiste muchas mejoras.

12 junio 2017

DEL 'SI VAS PARA CHILE' AL 'PREFIERO CHILE'


El merecido Premio Revista de Libros a la memoria testimonial "Prefiero Chile" de Hernán Rodríguez Fisse, no solo ha relevado la historia de una familia de inmigrantes judíos sefarditas desde Turquía a contar de los años treinta, sino también ha puesto en evidencia las diferencias entre aquellas migraciones asociadas al "Si vas para Chile" y lo que acontece hoy en que el tema, de una masividad inédita, lleva incluso a revisar la legislación existente al respecto.


Jacques Rodríguez, el protagonista y tío del autor, definitivamente prefirió nuestro país que lo acogió dandole oportunidades de trabajo para luego traer a su familia desde una Europa que se convulsionaba cada vez más. Salvo algunas precarias y vergonzantes manifestaciones de nazismo local, el país acogió con cariño a los Rodríguez, quienes se han insertado exitosamente en la sociedad chilena.

Sin embargo, la actual realidad de una inmigración masiva pone en duda no sólo el romanticismo bucólico del "Si vas para Chile" sino también la capacidad que tienen -o no- los nuevos migrantes para expresar el "Prefiero Chile".

La inmigración hoy -básicamente de colombianos, haitianos, peruanos y venezolanos- se dispersa por todo el territorio y, muchas veces, se esconde en viviendas improbables y condiciones laborales injustas.

Es corriente escuchar a extranjeros que se quejan de la recepción que les damos y discriminaciones cotidianas que pasan casi inadvertidas. 

El tema es complejo y de solución incierta. Es probable que, de cara a las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, surjan planteamientos que más que conservar la perspectiva de izquierdas y derechas, sean transversales debido a que precisamente son los sectores populares quienes están recibiendo mas fuertemente el impacto migratorio.

Por ello, como sociedad, debemos hacer un gran esfuerzo por advertir las múltiples bondades que puede tener el aporte de los migrantes y preparar para ellos -como ya se ven algunos- programas de inserción en educación, cultura, salud, vivienda y empleos.

En otras palabras, para que ellos también, como los Rodriguez, puedan preferir Chile por sobre otras posibilidades y entregarnos la riqueza de su trabajo, su diversidad, su cultura y, porque no, miles de potencialidades positivas que aún desconocemos.

01 junio 2017

LO QUE CUENTA BACHELET



Con diligencia, una de las creaciones post CNCA, el Observatorio de Políticas Culturales, dio a conocer en redes sociales los cuatro párrafos que ocupó la cultura en la Cuenta 2017 de la Presidenta Michelle Bachelet. Esta vez, no quedó la sensación de que faltaron aspectos relevantes, sino, por el contrario, que lo expresado ocupó un lugar coherente y proporcional a la magnitud y talante del discurso presidencial. Fue su octavo discurso, como recordó la autora y por tanto prioriza aquellos logros donde está más puesto su corazón.


Por ello, también en cultura hubo un cierto aire de final, de ir cerrando etapas para dejar paso a una nueva fase, que, por cierto, no se ha dibujado completamente aún.

Era imperioso destacar la inauguración de centros culturales municipales -como Tomé, Villarrica y Lo Barnechea- que están clausurando la política de impulsar este tipo de espacios en las comunas, ahora, menores de cincuenta mil habitantes. No lo dice pero es evidente que la tarea que deja es ver como es posible financiarlos en el futuro, ojalá -para que este proceso sea estable- mediante corporaciones culturales ajenas a la voluntad del Alcalde en ejercicio y una institucionalidad nacional capaz de conocerlos y allegar aportes privados a este empeño.

Para que no sea lo mismo que la otra obra señalada: el Centro de Arte Contemporáneo de Cerrillos, que debió lanzarse sólo con aportes públicos interministeriales como la generosidad del Ministerio de Vivienda y los presupuestos relacionados del CNCA. Siendo una señal potente hacia las artes visuales pero un esfuerzo difícil de abordar sólo con dineros gubernamentales. Un logro en gestión pero complejo de reproducir en otras áreas.

Podría decirse que un caso similar respecto de las artes escénicas, sería el nuevo teatro del GAM, identificado como su segunda etapa, pero que responde a un estructura institucional completamente diferente, como es una corporación privada sin fines de lucro a la cuál se le exige obtener recursos privados. Al respecto, sería interesante para sus ejecutivos considerar el excelente estudio de Karen Connolly expuesto el lunes de esta misma semana, cuando asumió como Académica de Número de la Academia de Bellas Artes  y que se refiere al teatro Musical de Broadway, unos de los géneros que siempre se consideró como uno de los que podían tributar a esa exigencia de autofinanciamiento.

La Biblioteca regional de Coquimbo es un compromiso anunciado por la Presidenta Michelle Bachelet el 21 de mayo de 2014, cuando expresó la voluntad del gobierno de construir bibliotecas regionales en todas las zonas en que no se disponga de una. Programada para el último trimestre de 2017, en La Serena, busca convertirse en un centro cultural para la región. Comenzó a levantarse en mayo de 2016, con la supervisión técnica de la Dirección de Arquitectura del MOP.  Se ubica en el terreno contiguo a la Casa de Las Palmeras, residencia de la Premio Nobel Gabriela Mistral, en la Avenida Francisco de Aguirre. El monto total del proyecto es de nueve mil millones de pesos. La construcción será de 4 pisos y 1 subterráneo, con una superficie de 5.592 m². Albergará cerca de 33 mil libros y entre sus espacios tendrá salas de literatura, infantil, juvenil, de adulto mayor y de autores regionales. También contará con el laboratorio regional del programa Biblioredes, un auditorio, sala de conferencias y de exposiciones y estacionamientos.

Culminando un programa nacido el primer año de la Presidencia de Ricardo Lagos, Bachelet destacó la notable cifra de un millón ochocientos mil personas que visitaron los diferentes sitio patrimoniales el 28 de mayo, en una tradición, que implica que el último domingo del mes de mayo  se produce esta verdadera fiebre por conocer espacios con tradición y relatos atractivos. Para darse una idea de magnitud de los participantes, es el equivalente los visitantes del CCEM más el GAM en todo un año. Sólo es posible pensar que la cifra siga creciendo y -ojalá- siga siendo usada para "presentar" nuevas adquisiciones como fue esta vez la inauguración del remodelado Palacio Cousiño.

También destacó la Presidenta la expansión de festivales a lo largo del país, relevando aquellos de Antofagasta, en febrero de 2017, con elevada presencia de artistas locales y el Pablo de Rocka, de Talca, iniciativa del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y su Red Nacional de Festivales del programa Escuelas de Rock y Música Popular. Participaron diez bandas y solistas del país, más Los Jaivas, el 26 de noviembre de 2016.

Finalmente, el Mensaje recordó la Ley que crea el Ministerio de las Culturas, que debiera ser aprobado por el Congreso antes del 11 de marzo de 2018, fecha de término de su gobierno.

Otras áreas del Discurso intersectaron a la cultura, en lo inmediato el proyecto de matrimonio igualitario o el reconocimiento constitucional a los pueblos indígenas. A mediano plazo, la nueva estructura del Metro de Santiago, que se desplaza hacia el norte de la ciudad para desahogar la linea uno, tendrá como resultado, la incorporación de nuevos públicos de comunas hasta ahora desatendidas que quedarán más cerca de centros culturales como aquellos del entorno de la Quinta Normal, el CCEM, el CA660, disputando la privilegiada ubicación de aquellos que son tributarios de la linea 1 como el GAM y el CCPLM.

Sin duda, un contenido cultural profundo tiene la mirada histórica de la Presidenta: "Hace poco más de tres años abrimos las puertas a nuevas esperanzas. Tomamos la bandera que, de mano en mano, llegó hasta las nuestras. La bandera de O’Higgins. La bandera de Aguirre Cerda, Frei Montalva y Allende. La bandera de Chile. No ha sido el empeño de una persona, ni siquiera el de algunas personas, sino el de todo un país que decidió mirar de frente el rostro de la desigualdad y decir: sí, podemos cambiar".

Del Libertador se puede recordar que en su gobierno tuvo especial relevancia la construcción de escuelas primarias, la reapertura del Instituto Nacional y la Biblioteca Nacional. De Aguirre Cerda, su pasión por la educación reflejado en el "Gobernar es educar". De Frei Montalva, la incorporación de campesinos y pobladores al disfrute de la cultura mediante la promoción popular, y de Allende su entusiasmo por nutrir al pueblo de lecturas mediante la emblemática editora nacional Quimantú y sus gigantescos tirajes de libros a muy bajo precio.

Pero, la Presidenta no se quedó allí, sino que arengó a seguir con los cambios iniciados teniendo como requisito la unidad de quienes los respaldan.

En cultura, al menos, no parece haber dos opiniones.