Foto Cámara de Diputados Chile |
La pantalla de la sala de los Diputados se volvió verde: 139 casilleros aprobaron en primer trámite el Proyecto de Ley de Fomento a las Artes Escénicas. La iniciativa surgió de la Plataforma de Artes Escénicas, que reúne a los gremios del Teatro, la Danza y el Circo, y que incluye a los titiriteros y narradores orales. Es verdad que le falta pasar por el Senado, pero que haya alcanzado esta suerte de unanimidad en un parlamento que se estrena, es una señal de que lo legislado hasta ahora en materia de consejos sectoriales de las artes se ve -nuevamente- ratificado.
Primero fue el Fomento del Libro y la Lectura, que inauguró, en 1993, esta forma de legislar que crea primero un Fondo con recursos públicos y, luego, un Consejo que lo asigna. Es decir, primero el dinero que el estado esta dispuesto a poner para fomentar un tipo de arte y luego, un grupo de personas representativas del sector, designadas por sus pares, que se ocupan de distribuir esos recursos públicos.
Le siguieron la Música y el Audiovisual, con esquemas similares, pero con un hermano mayor: el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes que usó el mismo mecanismo para comenzar a asignar el Fondart que había tenido, desde 1990, una azarosa vida dependiente de las temidas glosas presupuestales anuales.
Fue el 2005 que, por primera vez los Fondos Culturales y Artísticos por un total de $ 8.284.727 miles de pesos pudieron descansar en los hombros de una Ley de presupuestos. El 93% de esos recursos estaban destinados a ser distribuidos entre los creadores, según cada una de las leyes que creaba los Consejos sectoriales. Todos ellos debían destinar al menos un 50% a proyectos de regiones diferentes a la metropolitana. La distribución de ese primer presupuesto fue:
Fue el 2005 que, por primera vez los Fondos Culturales y Artísticos por un total de $ 8.284.727 miles de pesos pudieron descansar en los hombros de una Ley de presupuestos. El 93% de esos recursos estaban destinados a ser distribuidos entre los creadores, según cada una de las leyes que creaba los Consejos sectoriales. Todos ellos debían destinar al menos un 50% a proyectos de regiones diferentes a la metropolitana. La distribución de ese primer presupuesto fue:
- Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, Ley 19.227 $ 1.794.127
- Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Ley 19.891 $ 3.751.802
- Fondo para el Fomento de la Música Nacional, Ley 19.928 $ 918.000
- Fondo de Fomento Audiovisual (entonces aún sin ley) $ 1.224.000
Desde entonces, los fondos no han hecho sino perfeccionarse en postulación electrónica, crecer en recursos y diversidad de líneas de concursabilidad y ahora, estar cerca de tener un hermano menor, las Artes Escénicas.
La Unión Nacional de Artistas, UNA manifestó su alegría: "Ahora falta el Senado y nuestro país podrá tener por fin una ley que tanto trabajo ha costado y tanto esperan los creadores chilenos".
La Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Alejandra Pérez, destacó la transversalidad del apoyo: “Queremos agradecer el apoyo transversal de las bancadas por aprobar este proyecto que busca dotar de más recursos y reconocimiento para los artistas escénicos. Esto da cuenta de una forma muy positiva de trabajar de manera participativa en políticas de Estado, desde el sector cultura. El gran paraguas de su funcionamiento será nuestro Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, institucionalidad que busca garantizar el acceso y la participación en las diversas manifestaciones culturales que se producen en todas las regiones de nuestro país”.
El objetivo de este proyecto es apoyar, promover, estimular y difundir la labor de dramaturgos, artistas, investigadores, productores y otros agentes de las artes escénicas, con una mirada puesta en la protección, identificación, formación, mediación, resguardo patrimonial y mejoramiento de la infraestructura cultural en sus diversas manifestaciones.
Como sus antecesores, considera la creación del Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, para crear nuevos apoyos y financiamientos que permitan democratizar el acceso a los recursos por parte de los creadores escénicos.
Otro aspecto será la creación del “Premio a las Artes Escénicas Nacionales Presidente de la República”, reconocimiento que galardonará anualmente a los artistas por su excelencia, creatividad, destacada labor y aporte al repertorio de las artes escénicas nacionales.
Es de esperar que el Senado de la República apruebe la iniciativa y podamos contar con cuatro Consejos sectoriales y que el más reciente logre el efecto esperado, aumentar la participación cultural de los ciudadanos.
No es casualidad que sean precisamente el Cine, la Música y el Libro quienes resultan mejor posesionados en la Encuesta 2017 de Participación Cultural.
A paso firme, las artes parecen haber encontrado la manera de acceder a legislaciones beneficiosas, participativas y eficaces.
Ya se escuchan voces de que la Infrestructura y la Gestión podrían transitar por la misma senda.
El objetivo de este proyecto es apoyar, promover, estimular y difundir la labor de dramaturgos, artistas, investigadores, productores y otros agentes de las artes escénicas, con una mirada puesta en la protección, identificación, formación, mediación, resguardo patrimonial y mejoramiento de la infraestructura cultural en sus diversas manifestaciones.
Como sus antecesores, considera la creación del Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, para crear nuevos apoyos y financiamientos que permitan democratizar el acceso a los recursos por parte de los creadores escénicos.
Se crea -obvio- un Consejo Nacional de Artes Escénicas compuesto por representantes del sector, que asesorará al Subsecretario de las Culturas y las Artes en la definición de la Política Nacional de Desarrollo de las Artes Escénicas, junto con apoyar programas, medidas y acciones que estimulen la creación, la promoción, investigación, difusión y educación de nuestro patrimonio escénico, para acortar las brechas de desigualdad en el acceso a la Cultura.
Otro aspecto será la creación del “Premio a las Artes Escénicas Nacionales Presidente de la República”, reconocimiento que galardonará anualmente a los artistas por su excelencia, creatividad, destacada labor y aporte al repertorio de las artes escénicas nacionales.
Es de esperar que el Senado de la República apruebe la iniciativa y podamos contar con cuatro Consejos sectoriales y que el más reciente logre el efecto esperado, aumentar la participación cultural de los ciudadanos.
No es casualidad que sean precisamente el Cine, la Música y el Libro quienes resultan mejor posesionados en la Encuesta 2017 de Participación Cultural.
A paso firme, las artes parecen haber encontrado la manera de acceder a legislaciones beneficiosas, participativas y eficaces.
Ya se escuchan voces de que la Infrestructura y la Gestión podrían transitar por la misma senda.
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