01 septiembre 2025

ESTE LUCHO HIZO MUCHO

 



A pocas horas de finalizar agosto de 2025, llega la noticia de la partida de Lucho Alvarado. Uno de los hombres de la transición. Lo conocí cuando, diversas organizaciones buscábamos afanosamente que los chilenos se inscribieran en los Registros Electorales para participar en el Plebiscito de Octubre de 1988. Allí vimos con regocijo que la señora Tencha Bussi viuda de Allende, vendría a Chile a unirse a la campaña y vimos también que parte de sus camaradas socialistas, dudaban de sumarse a ella. Lucho no tenía dudas y escoltaba a Ricardo Núñez que encabezaba a los socialistas renovados.


Lo volví a encontrar como integrante del Directorio provisional de la que sería la gran obra cultural del Presidente Aylwin: la remodelación de la vieja estación Mapocho y su conversión en un revolucionario modelo de centro cultural.

El modelo era inédito: una corporación de derecho privado, sin fines de lucro, gestionaría el flamante espacio. El designado Directorio simbolizaba a todas las entidades públicas que debían lograr que, en los breves e intensos 4 años del primer gobierno democrático, se alcanzara la meta.

Lo presidía la máxima autoridad cultural: el Ministro de Educación, Ricardo Lagos. Lo acompañaba como Vicepresidente el encargado del territorio donde esta ubicada la estación: el Alcalde de Santiago, Jaime Ravinet. Como señal del interés presidencial, estaba también el Jefe de Gabinete de Aylwin: Carlos Bascuñan. Debido al interés del gobierno de España por incluir al proyecto entre las obras de la celebración del Quinto Centenario, estaba el Embajador Pedro Bermejo. Y el Ministro de Bienes Nacionales, Luis Alvarado.

Dirán ustedes por qué, ese secretario de Estado. 

Por una razón muy simple, la vieja estación no era propiedad fiscal. Había sido entregado, durante la dictadura, a la CORFO, en parte de pago de la cuantiosa deuda de los Ferrocarriles del Estado con esa corporación de fomento.

Y CORFO no la podía enajenar si no era a través de una venta. Y ese pago correspondería a quien sería el futuro dueño cuando se traspasara al Estado: el custodio de todos los bienes fiscales, el Ministerio de Bienes Nacionales.

De allí la presencia del Ministro Alvarado y la improbable tarea de buscar la forma de pagar a CORFO con recursos que ésta aceptará.

Pasaba el tiempo, la obra de remodelación avanzaba normalmente, en los plazos fijados; la Corporación Cultural se había constituido legalmente, gracias al esfuerzo del abogado municipal, Jorge Flisfish. Solo que continuábamos siendo okupas pues el edificio seguía perteneciendo a CORFO.

Finalmente, la tenaz búsqueda de formas de pago que había emprendido Alvarado llegó a buen final: CORFO aceptó un valioso terreno fiscal en la región de Antofagasta. 

Durante mucho tiempo, debí recibir las andanadas del diputado -socialista como Lucho- Felipe Valenzuela (1990/2002), respecto de la "propiedad" antofagastina del floreciente centro cultural.

Antes de finalizar su gobierno, el 3 de marzo de 1994, el Presidente Aylwin y su entonces Ministro de Educación, Jorge Arrate, inauguraron en el Centro Cultural.

La página web del Ministerio de Bienes Nacionales lo recoge así:

"Bajo el Decreto N°1290, el 30 de diciembre de 1976, la Estación Mapocho, fue declarada Monumento Nacional, en su totalidad, considerando los edificios originales y la estructura metálica que techa los andenes. En el año 1987, la estación se encontraba en un proceso rápido de deterioro, por la cual se decidió cerrarla. El 1991, el Colegio de Arquitectos, con la participación de la Municipalidad de Santiago, realizó un concurso público para realizar el Centro Cultural, que actualmente está albergado en el inmueble, cumpliendo con la finalidad de revalorar y remodelar la obra original. Para el 3 de marzo de 1994, se inauguró el Centro Cultural Estación Mapocho.

Luis Alvarado había cumplido la tarea encomendada.

Y los millones de visitantes al centro cultural se lo agradecen. 

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