Placa recordatoria en la sala María Luisa Bombal del CCEM |
El 21 de agosto, bajo el título Otro Ministerio, El Mercurio editorializa sobre el Ministerio de las culturas, las artes y el patrimonio, señalando sus desafíos: "Probablemente el más importante de todos es la duda que deja la permanente creación de nuevos ministerios -del Deporte, de la Mujer, de Ciencia y Tecnología, de Asuntos Indígenas, entre los más recientes- cada vez que a una actividad relevante se le pretende dar una cierta jerarquía instalando un ministerio que la represente".
Afirma, sin justificarlo, que "la visión centralizadora de la cultura implícita en su creación y la carga burocrática que todas ellas implican introducen un manto de duda adicional a todo el proyecto". En este caso no debiera existir una carga burocrática pues la ley crea nuevos cargos mayoritariamente en regiones y actualiza una serie de actividades que a la fecha son más centralizadas que lo innovado, como es el Consejo de Monumentos Nacionales. El mismo diario, en dias recientes, ha informado de la dificultad del Museo de Arte Contemporáneo para borrar grafitis que lo acribillan, aunque posee los recursos de una donación china y la voluntad del Alcalde de Santiago para hacerlo, debido a la demora de una autorización del Consejo de Monumentos.
Algo similar ocurre en el caso del nuevo Servicio Nacional del Patrimonio que tendrá presencia descentralizada a través de un Director Regional que participará del respectivo Consejo, lo que debiera impedir descoordinaciones. Por ejemplo, el desacierto de que museos no abren los lunes aunque sean dias entre dos feriados. El lunes 14 de agosto, la Escuela Museo de Gabriela Mistral, el Mausoleo de la poeta, en Montegrande y el Museo Gabriela Mistral en Vicuña estuvieron cerrados a pesar de la gran afluencia de turistas interesados en visitarlos. En contraste, era posible disfrutar sendas visitas guiadas a las vecinas pisquera artesanal Los Nichos y viña Cavas del Valle.
Agrega el editorial que "la implementación de esta nueva institucionalidad constituye otro desafío. La ciudadanía ha experimentado los problemas sin solución que enfrenta la salud estatal, y aunque la cultura pertenece a otro dominio de acción y sus efectos son de distinta naturaleza que los de la salud, las dificultades que enfrentan las organizaciones burocráticas estatales para cumplir con su desempeño tienen casi siempre un origen similar".
Es verdad que las urgencias y peligros que acechan a los beneficiarios de la salud, no son comparables con aquellos del mundo cultural, en el que normalmente no existe riesgo vital ni es necesario esgrimir calificados títulos profesionales -como médicos o paramédicos- para poder intervenir tanto el proceso de creación o disfrute de las artes, el patrimonio y la cultura. Por el contrario, la misma presencia ciudadana en consejos donde los funcionarios públicos son abrumadora minoría, debiera erigirse como un importante obstáculo para impedir las malas prácticas de organizaciones burocráticas estatales.
"Es importante que este nuevo ministerio -apunta- no pretenda desarrollar su labor desde arriba hacia abajo, y fomente y apoye con fuerza las iniciativas que la ciudadanía tenga en estas materias, mediante fórmulas abiertas no discrecionales que las incorporen".
Este ministerio surge desde abajo. Tiene un proceso que -como lo manifiesta la foto inicial- comenzó en 1996 con múltiples reuniones y debates participativos que culminaron con la creación del CNCA, en 2003, con una ley presentada por el Presidente Frei Ruiz Tagle y completada por el Presidente Lagos. Su estructura: consejos regionales, sectoriales y Nacional, ha ido permeando a la sociedad. De tal forma que, con amplia y mayoritaria participación de la sociedad civil, tales órganos están culminando la renovación de las políticas culturales del país, hasta 2022, en su inminente XIV Convención Nacional (Arica, 25 y 26 de agosto).
De este modo, las autoridades que se elijan en los comicios presidencial, parlamentarios y de consejeros regionales de fines de este año, se encontrarán con un elenco de acciones y políticas diseñadas y esperadas por la ciudadanía y comunidades beneficiarias. Desafortunadamente, no ocurrirá así con otros ministerios, que señala el editorial, donde no existen instancias participativas. Lo que hace toda la diferencia.
Como dijo la Presidenta Bachelet, al iniciar su discurso de entrega del Premio a la Trayectoria Fotográfica Antonio Quintana, el 18 de agosto: "Felicito al Ministro Ottone por el nuevo Ministerio pero, como nos gusta la participación, hemos conservado el Consejo de la Cultura".
Tal cual.
El Mercurio pidiendo que la gestión del nuevo ministerio sea "de abajo hacia arriba"... ¿En qué planeta estamos? ¿Qué piedra se tragó el editorialista? Imposible creerle. Bienvenido este nuevo ministerio, por primera vez asociado a un mecanismo efectivo de participación ciudadana (CNCA). Que no se pierda ese espíritu será pega de la ciudadanía y de las organizaciones sociales del sector, ya que -efectivamente- desde que lo anunciara Max Weber, la burocracia tiene un poder fagocitador enorme y no precisamente a favor de quienes más lo requieren como organismo que encara el bien común. ¡Apostemos al siglo XXI! ¡Seamos optimistas!
ResponderBorrarAsí es, Fernando, debemos estar alertas a la amenaza de "la Ley de Hierro de la oligarquía" que nos enseñaron nuestros maestros del Instituto de Sociología.
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