15 diciembre 2016

LAS CONTROVERSIAS DEL MINISTERIO DE LAS CULTURAS

Con la aprobación -el 2 de agosto-  por la Cámara de Diputados en general y particular, del proyecto de ley que crea el Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio, se inició la tramitación en el Senado, que actúa como cámara revisora, a través de sus Comisiones de Educación y Cultura y de Hacienda. La de Educación, se tomó muy en serio su responsabilidad y, en cinco sesiones desde el 2 de noviembre al 14 de diciembre, 24 invitados y los propios integrantes -senadores Ignacio Walker, Ena von Baer, Jaime Quintana, Andrés Allamand y Carlos Montes- han puesto en el tapete un conjunto de observaciones al proyecto.


El nombre del Ministerio. Ya algunos diputados habían cuestionado la extensión del nombre y argumentado que el concepto de cultura abarca aquellos de artes y patrimonio y a la vez puede englobar la presencia en Chile de diversas culturas. El Ejecutivo y varios de los invitados, entre ellos la antropóloga Sonia Montecino, han sido enfáticos en conservar la designación original dada la señal que ello implica al reconocimiento de los pueblos indígenas -nueve- y afrodescendientes. Es probable que, en el ambiente generado en el país respecto de las migraciones y su acogida en Chile, sea conservado el nombre original.

La asimetría orgánica entre DIBAM y CNCA. En la sesión del 7 de noviembre, el ex miembro del Primer Directorio Nacional del CNCA, Santiago Schuster, señaló que "se trata de una solución asimétrica; que la supresión del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes como servicio público es innecesaria y no se opone a la creación del Ministerio de Cultura; y que es necesario mantener los elementos valiosos de la institucionalidad cultural creada en torno al Consejo Nacional de la Cultura, en función de una efectiva participación ciudadana y de la sociedad civil, sin abandonar la experiencia invaluable del CNCA, que naturalmente puede ser mejorada". Esta postura implicaría que se reduzca a una las actuales dos subsecretarías, por lo que requiere de la voluntad del Ejecutivo. La que no está.

El senador Walker agregó, el 14 de diciembre, que la asimetría también se refleja en el hecho que uno de los componentes, el servicio nacional del patrimonio, no tiene un ente colegiado superior.

La condición de "representantes" de algunos de los nuevos integrantes del Consejo Nacional. En la misma sesión, expuse que "las personas que se agregan lo hacen con carácter de representantes (de pueblos indígenas, inmigrantes, organizaciones ciudadanas) lo que contraviene el espíritu de ser representativos de ellas, como los miembros actuales, con el fin de evitar la presencia de intereses corporativos. Se propone modificar la palabra representantes por representativos". La observación fue bien recibida por el Ejecutivo y existe voluntad de los Parlamentarios de hacer la modificación.

Otro aspecto es la mantención de la Universidad de Chile entre los Jurados de los Premios Nacionales. En la sesión del 30 de noviembre, el Rector de la Universidad de Chile, Enio Vivaldi, solicitó conservar la participación de dicha universidad en los jurados de los premios nacionales, según señaló, el proyecto "Desconoce la misión y contribución histórica de la Universidad de Chile en el desarrollo de la cultura nacional; elimina, sin justificación alguna, la participación de la Universidad de Chile y del CRUCH en los jurados de Premios Nacionales, y pretende igualar a todas las instituciones de educación superior en la designación de integrantes del CNCAP, al exigir sólo cuatro años de acreditación".

En consecuencia, propone: "Aumentar de cinco a siete los integrantes de los jurados de los premios nacionales del ámbito de la cultura. Reponiendo la participación de la Universidad de Chile y del CRUCH. Lo anterior, permitiría efectivamente enriquecer la composición de los jurados, con dos personalidades designadas por el Consejo de la Cultura, sin excluir a quienes han participado en dicha función hasta la fecha". Las palabras del Rector fueron bien recibidas por los Senadores presentes así como la representante del Ejecutivo, Ana Tironi, de modo que es muy probable que ese artículo sea modificado.

La reposición de los gestores culturales entre quienes pueden ser representantes de las universidades. La Ley que crea el CNCA advierte que los académicos que lo integren podrán provenir de las áreas de la gestión, el patrimonio y las artes. El proyecto en discusión, elimina a aquellos vinculados a la gestión cultural. Diversas voces -incluida Ad cultura, la asociación gremial de gestores- han solicitado reponerlo.

El Senador Montes que, distinguiendo entre el concepto de cultura y la institucionalidad que lo sustente, planteó en la sesión del 14 de diciembre, que la cultura no es un tema sectorial, sino transversal que debiera preocuparse de aspectos como la ciudad y los espacios públicos -"por ejemplo, al impacto de los mall en el concepto de ciudad, que lleva incluso a que un grupo de ellos tenga por nombre Mall Plaza"- sin existir una instancia para discutir tales temas. Se manifestó además preocupado de que los grandes temas sean llevados a consejos y no al lugar donde a su juicio debieran residir: el Parlamento, esbozando la posibilidad que en el futuro la institucionalidad cultural llegara a tener un estatus como el del Banco Central que, cada cierto tiempo, da cuenta y discute sus políticas con los parlamentarios.

El Senador Quintana, estimó en la misma sesión, que el proyecto está "maduro para votarse" en la comisión, agregando una defensa del concepto multicultural que encierra y un llamado a subsecretarías más ágiles y autoridades unipersonales por sobre los consejos.

El Presidente de la Comisión, Ignacio Walker, dio fin a las audiencias, convocando para el 21 de diciembre a sus pares a votar y, por tanto, dando por cumplido otro paso relevante, recordando que todos los invitados escuchados creen en la necesidad del Ministerio.

"Llegó el momento", culminó.

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