09 noviembre 2011

EL ÚLTIMO NO EVENTO DE TOTÓ ROMERO

Foto El Mercurio
Coherente, consistente y de un humor envidiable, Graciela 'Totó' Romero quiso para su partida un funeral privado, dado a conocer públicamente días después de que hubiera acontecido. Nada podía haberla disgustado más que se hiciera de su muerte un evento. Ese mismo disgusto que, convertido en ironías y carcajadas, devino, en mayo de 1991, en un libro que llevaba la palabreja por título, con el epígrafe: Guía para peladores, arribistas y observadores desinteresados. Aunque a los arribistas, aclaraba, les servirá más. Totó llevaba con orgullo su descendencia de uno de los primeros escritores chilenos de literatura social, Alberto Romero, su padre, autor de "La viuda del conventillo" y de la periodista chilena más conocedora del cine hollywoodense, en su propia salsa: María Romero, su admirada tía, creadora de la revista Ecran.

La María, fue tema de nuestras primeras conversaciones, de seguro llevado por un fastidioso sentimiento de culpabilidad por haber participado del crimen de lesa revista de transformar la creación de Romero en Tele Ecran, una publicación de corta vida que agonizó en las prensas de Quimantú a comienzos de los setentas.

Nuestras conversaciones transcurrían en las oficinas de Editorial Andina, afortunadamente vecinas, donde ambos capeábamos el dilatado huracán de la dictadura y eran ocasionalmente interrumpidas por el vozarrón del jefe espetando: "Que suban los comunistas". Allá partíamos Totó y yo, ella con su inocultable tomate de pelo y yo con sendos informes de venta de ejemplares de Vanidades, Buen Hogar, Ideas y Mecánica Popular, que eran las publicaciones de la empresa. Una vez cerrada la puerta, nuestro gerente, Julio Poblete, comenzaba a plantear las últimas noticias de la competencia, de la política nacional y de Don Armando, su socio venezolano. Bien reídos y con nuevas tareas, ella de "desabollar" la Vanidades que venía casi lista de Miami y yo, los comerciales de TV de mismo origen, cuyo audio debía ser chilenizado.

Así, se constituyó en una de las mejores confidentes para alegrar la dictadura y aprender a no tomarse en serio.Salvo cuando se trataba de escribir buenos reportajes. En esa condición la invité como colaboradora del primer número de La Época Semanal, donde contribuyó con una polémica entrevista al doctor Benjamín Viel, pionero en las estrategias de planificación familiar a nivel nacional, que poco sintonizaba con los aires de fines de la dictadura y de la inminente vista del Papa Juan Pablo II.

Nuestro siguiente encuentro laboral fue acompañados de la periodista Ximena Torres Cautivo, en oficinas de editorial Planeta. Llevaban desarrollada una idea que se esbozó cuando tuve oportunidad de explicitar a Ximena la relevante distinción entre la izquierda guerrillera y la izquierda parrillera. Se trataba de construir un improbable libro alrededor del concepto de red set, acuñado en revista Paula, dónde ambas escribían.

¿Pero porqué sólo del red set? Hagamos también el charreteras set. Y no podemos dejar fuera al jet set tradicional. ¿Y los intelectuales? ¿Dónde cabría Pepe Donoso? Entonces pensemos en el brain set. Fue una sesión creativa y agotadora. Se agregaron así un diccionario de términos relacionados, un test para auto clasificarse  y, por cierto, un índice onomástico de todos los mencionados. Hay testimonios de libreros que aseguran que muchos posibles compradores comenzaban por allí para decidir la adquisición.

Fue un ejemplo de la agudeza de Totó para mirar la sociedad, disectar a sus integrantes, sin ofender, pero sin dejar de provocar una sonrisa o, directamente, carcajadas.

Un orgullo haber compartido con ella, haber sido su amigo, como quiso dejarlo firmado en la dedicatoria de El Evento: "Para el padrino red-set, con el cariño enorme de la red-friend". Totó.

4 comentarios:

  1. Nuestra Totó!!!! tal cuál la describes. Yo también me enteré tarde...como la mayoría. Me hubiese gustado estar.

    El humor irónico y muy agudo sumado a su bagaje cultural era muy atractivo para mí a los 20 años en "Paula" cuando trabajamos juntas. Junto a Gandarats eramos "los 3 comunistas" del lugar. Me hizo gracia tu nota y juntos nos ganamos una polla de plata por adivinar por cuanto ganaría el NO.

    Cariños,
    Beatriz Rosselot

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  2. Querido Arturo, mi pésame por la amiga que perdiste... No puedo dejar de recordar el lanzamiento del libro en el Mercado Central, todo un "evento", con Luigi and company... allá por los noventa, durante mis primeras incursiones en el mundo editorial chileno...
    Un abrazo,
    Jorgelina Martin

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  3. Gracias Arturo por el envío de tu página web. Me parece interesante y necesaria en estos tiempos de sequía. Coincido con el retrato y el recuerdo de la Totó, humilde en lo periodístico (me pedía que le corrigiera sus columnas), graciosa y actualizada, buena para el pisco sour...sin ázucar. Será un recuerdo amable para los que compartimos con ella.
    Un abrazo
    Mary Zajer

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  4. Me emocionaste con tu historia de la Toto . Tuve experiencias similares con ella en el período que estuvo en Vanidades y yo era la agencia que le hacía la publicidad a Princeton . Tambén teníamos conversaciones sobre el entorno de esos años que recuerdo con mucho cariño .
    Gracias.
    Liliana Kirberg

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