Foto Héctor Aravena. Archivo Fortín Mapocho |
Desde la mesa del Embajador a nuestra mesa de Directorio, muchas aguas comunes han pasado en el tiempo que la cultura nos ha reunido. El primer símbolo, cuando solo éramos proyecto, fue la presencia del Embajador Pedro Bermejo en nuestro Directorio fundador.
Muy cerca de ello, la visita de los Reyes, Sofía y Juan Carlos, y el real encargo de cuidar las dos palmeras que plantaron junto a una placa que recuerda -entre frondosos árboles- esa ocasión.
En las cercanías de esas palmeras, floreció la Escuela Taller dónde se formaron canteros, forjadores y jardineros del que sería el Parque de los Reyes. Esa casa, que perteneció al Jefe de estación de Mapocho, es hoy sede de la FOJI.
Pero el debut más pleno ocurrió con las Letras de España, en 1993. Miles de libros, decenas de escritores y visitas ilustres como Jordi Solé Tura, el Ministro y Cristina Hoyos, la bailaora, marcaron esa fiesta de la lectura con que España demócrata celebraba la entronización de la democracia en Chile.
Por si eso fuera poco, el 2009 recibimos el Premio Reina Sofía de Patrimonio Cultural, de manos de la propia Reina.
Luego, han ocurrido tantas visitas al Centro Cultural de España, tantas lecturas de El Quijote para el día del libro, tantas policiales y escritores misteriosos que intercambiamos para el festival de novela negra.
Directores y directoras del CCE que llegaban a Chile con nuestra tarjeta en sus primeras agendas. Los recibimos, los quisimos y desarrollamos muchas ideas que surgían del empeño que ambos teníamos en cruzar nuestras culturas.
Y ahora, también en conjunto y con muchas otras instituciones nos preparamos para desembarcar una vez más a los pasajeros del Winnipeg que, de alguna manera, fueron la primera embajada cultural de España en nuestras tierras.
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