"Para estimular y coordinar los esfuerzos para poner el conocimiento y la innovación al centro de nuestro desarrollo, estamos creando el Ministerio de Ciencia y Tecnología, cuya propuesta se discute en este Congreso y que esperamos esté aprobada este año" señalaba el Mensaje de la Presidenta Michelle Bachelet, en su Cuenta del 1 de junio de 2017. Un año después, el Presidente Piñera en similares circunstancias, complementó: "Pondremos en marcha el futuro Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que fue aprobado este jueves, por este Congreso y permitirá un nuevo y poderoso impulso al desarrollo del país. Aprovecho de agradecer a este parlamento su aprobación unánime".
Hay semejanzas entre este nuevo Ministerio y el recientemente creado de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Ambos consideran una estrategia nacional a largo plazo, desconcentración territorial, consejo asesor de la sociedad civil, y una agencia de administración de programas y concursos. Políticas de Estado, no de gobiernos. Una buena noticia.
Poco se sabe todavía de la implementación del Ministerio de las Culturas, tampoco fue muy explícita, en la parte correspondiente, la reciente Cuenta de Sebastián Piñera. Fueron 122 palabras, agrupadas en trece líneas y sus contenidos, en orden de aparición fueron: "promoveremos un libre y amplio acceso (a la cultura), tanto en forma tradicional como digital".
La preocupación por el acceso a la cultura es de antigua data, lo novedoso está en el énfasis en el acceso digital a ella. Habría que esperar las formas que asumirá, sin que termine reemplazando el acceso físico sino agregando nuevos públicos. Un tema complejo, si lo comparamos, por ejemplo con la devastación que ha dejado la proliferación de medios digitales en el campo de la información. En semanas recientes hemos presenciado la digitalización de la edición chilena del diario El País, junto a la desaparición -con promesas digitales futuras- de Qué Pasa y la fusión entre revistas "femeninas" del grupo Copesa, Paula y Mujer.
Hace pocos días pudo apreciarse la segunda preocupación inserta en el Mensaje: "ampliamos de uno a dos los Días del Patrimonio Histórico y Cultural, abriendo nuestros edificios culturales y patrimoniales a cientos de miles de chilenos que los visitaron el fin de semana pasado". Medida exitosa, de indudable crecimiento, que ha generado en El Mercurio una curiosa acusación de populismo patrimonial, que no oculta la preocupación por la anunciada nueva Ley de Monumentos. Otra buena señal en esa dirección es la anunciada Cuenta 2017 del nuevo Servicio Nacional del Patrimonio Cultural https://bit.ly/2Jwwhxi que espera aportes de la ciudadanía hasta el 30 de junio.
"Conectaremos por fibra óptica nuestra Red Nacional de Espacios Culturales, para permitir la interconexión entre ellos y la transmisión en línea de grandes eventos culturales". El tercer punto de la Cuenta, reitera la conexión digital, para compartir experiencias de gestión -lo que sería muy aconsejable-, y manifestaciones artísticas por esa vía. La transmisión en línea debiera dialogar con el llamado Canal Cultural, recientemente ratificado por el Senado al aprobar la designación de tres nuevos miembros del Directorio de TVN.
El cuarto aspecto "avanzaremos en el desarrollo de nuestra red de Teatros Regionales y Centros Culturales a nivel comunal", profundiza políticas de gobiernos anteriores: los centros culturales de Bachelet I y la Ministra Paulina Urrutia; los teatros regionales a Piñera I y el Ministro Luciano Cruz Coke.
Respecto del quinto punto, impulsaremos un plan nacional de puesta en valor de nuestro patrimonio cultural, deberá esperarse detalles pues la Subsecretaría del Patrimonio -que El Mercurio ha acusado de "tener pies de barro"- desarrolla iniciativas como la creación, descentralizada territorialmente, del Servicio nacional del Patrimonio y la Ley de Monumentos Nacionales.
Apoyaremos a nuestros artistas, como sexto punto, parece un espaldarazo a la Ley de Artes Escénicas en pleno proceso legislativo y a las modernizaciones anunciadas por la Ministra Alejandra Pérez tanto en los Fondos Concursables como en la simplificación del sistema de becas por la vía de las Becas Chile Crea, con dos sub-modalidades Postgrado y Especialización,
El último punto, es el gran aporte que se espera de este gobierno: pondremos en plena marcha nuestra nueva y renovada Institucionalidad Cultural, tarea que se ha mostrado compleja, especialmente en el sector patrimonial, donde en corto tiempo la Ministra Pérez debió despedir al Director de la ex Dibam y al Director del Museo de Historia Nacional, dando señales de determinación en el camino hacia el nuevo Servicio Nacional del Patrimonio, que implica cambios tanto en destinación del personal existente como en descentralización territorial, concursabilidad de cargos directivos, eliminación de duplicidades y participación ciudadana. Una institucionalidad eficiente y renovada en forma y fondo.
En ello, además del respaldo Presidencial, está el del Parlamento que aprobó hace pocos meses la Ley que creó el nuevo Ministerio, tal como debiera ocurrir con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, iniciado por Bachelet y aprobado en los albores de Piñera. Ambos con mayorías cercanas a la unanimidad.
Es de esperar que los incumbentes del naciente Ministerio de Ciencia, miren con atención científica lo que está ocurriendo con su par de culturas, que le lleva algunos meses de adelanto.
Buena forma de legislar con perspectiva de Estado, con transversal apoyo político y con participación de la sociedad civil.
La preocupación por el acceso a la cultura es de antigua data, lo novedoso está en el énfasis en el acceso digital a ella. Habría que esperar las formas que asumirá, sin que termine reemplazando el acceso físico sino agregando nuevos públicos. Un tema complejo, si lo comparamos, por ejemplo con la devastación que ha dejado la proliferación de medios digitales en el campo de la información. En semanas recientes hemos presenciado la digitalización de la edición chilena del diario El País, junto a la desaparición -con promesas digitales futuras- de Qué Pasa y la fusión entre revistas "femeninas" del grupo Copesa, Paula y Mujer.
Hace pocos días pudo apreciarse la segunda preocupación inserta en el Mensaje: "ampliamos de uno a dos los Días del Patrimonio Histórico y Cultural, abriendo nuestros edificios culturales y patrimoniales a cientos de miles de chilenos que los visitaron el fin de semana pasado". Medida exitosa, de indudable crecimiento, que ha generado en El Mercurio una curiosa acusación de populismo patrimonial, que no oculta la preocupación por la anunciada nueva Ley de Monumentos. Otra buena señal en esa dirección es la anunciada Cuenta 2017 del nuevo Servicio Nacional del Patrimonio Cultural https://bit.ly/2Jwwhxi que espera aportes de la ciudadanía hasta el 30 de junio.
"Conectaremos por fibra óptica nuestra Red Nacional de Espacios Culturales, para permitir la interconexión entre ellos y la transmisión en línea de grandes eventos culturales". El tercer punto de la Cuenta, reitera la conexión digital, para compartir experiencias de gestión -lo que sería muy aconsejable-, y manifestaciones artísticas por esa vía. La transmisión en línea debiera dialogar con el llamado Canal Cultural, recientemente ratificado por el Senado al aprobar la designación de tres nuevos miembros del Directorio de TVN.
El cuarto aspecto "avanzaremos en el desarrollo de nuestra red de Teatros Regionales y Centros Culturales a nivel comunal", profundiza políticas de gobiernos anteriores: los centros culturales de Bachelet I y la Ministra Paulina Urrutia; los teatros regionales a Piñera I y el Ministro Luciano Cruz Coke.
Respecto del quinto punto, impulsaremos un plan nacional de puesta en valor de nuestro patrimonio cultural, deberá esperarse detalles pues la Subsecretaría del Patrimonio -que El Mercurio ha acusado de "tener pies de barro"- desarrolla iniciativas como la creación, descentralizada territorialmente, del Servicio nacional del Patrimonio y la Ley de Monumentos Nacionales.
Apoyaremos a nuestros artistas, como sexto punto, parece un espaldarazo a la Ley de Artes Escénicas en pleno proceso legislativo y a las modernizaciones anunciadas por la Ministra Alejandra Pérez tanto en los Fondos Concursables como en la simplificación del sistema de becas por la vía de las Becas Chile Crea, con dos sub-modalidades Postgrado y Especialización,
El último punto, es el gran aporte que se espera de este gobierno: pondremos en plena marcha nuestra nueva y renovada Institucionalidad Cultural, tarea que se ha mostrado compleja, especialmente en el sector patrimonial, donde en corto tiempo la Ministra Pérez debió despedir al Director de la ex Dibam y al Director del Museo de Historia Nacional, dando señales de determinación en el camino hacia el nuevo Servicio Nacional del Patrimonio, que implica cambios tanto en destinación del personal existente como en descentralización territorial, concursabilidad de cargos directivos, eliminación de duplicidades y participación ciudadana. Una institucionalidad eficiente y renovada en forma y fondo.
En ello, además del respaldo Presidencial, está el del Parlamento que aprobó hace pocos meses la Ley que creó el nuevo Ministerio, tal como debiera ocurrir con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, iniciado por Bachelet y aprobado en los albores de Piñera. Ambos con mayorías cercanas a la unanimidad.
Es de esperar que los incumbentes del naciente Ministerio de Ciencia, miren con atención científica lo que está ocurriendo con su par de culturas, que le lleva algunos meses de adelanto.
Buena forma de legislar con perspectiva de Estado, con transversal apoyo político y con participación de la sociedad civil.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario