08 enero 2009

BEIJING, ¿CAPITAL MUNDIAL DEL ESPECTÁCULO?
















Isidre Ambrós corresponsal de La Vanguardia de Barcelona en Beijing. 25 de diciembre 2008.

El proyecto de Broadway chino, como ya lo han definido los medios de comunicación del país, incluye la construcción de un gran teatro, con capacidad para 2.000 personas, y una treintena más de salas con un aforo de 300 a 500 espectadores cada una.

El plan de obras se iniciará en el 2009 y terminará en el 2013 La capital china aspira a formar un gran triángulo del espectáculo con Nueva York y Londres

Beijing aspira a convertirse en una de las capitales mundiales del espectáculo. A partir del segundo semestre del año 2009 está previsto que empiecen las obras de construcción de su propio Broadway, que albergará un total de treinta y dos salas de teatro y ocupará una superficie de 600.000 metros cuadrados, según informó ayer la prensa oficial china.

Esta apuesta, catalogada ya como "la respuesta china a Broadway", porque copia el modelo de industria centralizada del espectáculo que se ha implantado en Nueva York y Londres, tiene nombres y apellidos. Se trata de la familia Nederlanden, dueña de varios teatros de la mítica avenida neoyorquina, como son el Gershwin, el Palace o el Marquis.

Ahora, los Nederlanden pretenden reproducir el mismo esquema en Beijing. Concentrar muchas salas desperdigadas en una sola zona de la ciudad y reunir así la oferta de producciones de teatro comercial y musicales. Para ello se ha unido a la empresa china Shibo Investment Holding.

El proyecto de Broadway chino,como ya lo han definido los medios de comunicación del país, incluye la construcción de un gran teatro, con capacidad para 2.000 personas, y una treintena más de salas con un aforo de 300 a 500 espectadores cada una. La zona contará además, con hoteles, centros comerciales, edificios de oficinas, parques y otros equipamientos. El objetivo es captar al turista del espectáculo, aquel al que no le importa coger un avión y recorrer miles de kilómetros para disfrutar de su obra predilecta o de un estreno.

Sus promotores confían en que el proyecto se inaugure en el 2013 a lo grande. Estudian para ello un debut con cien musicales anuales, lo que supondría un promedio de tres piezas por sala. Y aunque aún no hay programación oficial ya se han empezado a lanzar títulos que podrían formar parte de una primera oferta.

Se trata de una versión contemporánea de la Aida de Verdi o las obras de El rey León o La Bella y la Bestia de la factoría Disney.

Los impulsores de esta iniciativa pretenden que Beijing forme un triángulo con el Broadway neoyorquino y el West End londinense. Ahora, por ejemplo, los musicales saltan de Nueva York a Londres con parecidos éxitos de taquilla y con la característica de que cuando la obra llega a West End siempre hay algún artista estadounidense en la cartelera. Los responsables del futuro Broadway chino aspiran a que las cifras de recaudación y los artistas pasen luego de Londres a Pekín.

Sin embargo, entre la realidad de Nueva York y el proyecto de Beijing hay una enorme diferencia. Broadway está en el centro de la Gran Manzana y su réplica china estará ubicada en el noroeste de la ciudad, una zona alejada del centro. Concretamente en el barrio de Haidan, donde se hallan el Palacio de Verano y la Universidad de Pekín. No obstante, sus promotores, que sueñan con que allí se instalen compositores, guionistas y actores, confían en que la ampliación de la red de metro acerque a los potenciales aficionados a su Broadway.

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