13 enero 2009

DIVERSIDAD ES RIQUEZA


Ferias del libro que no organiza la Cámara respectiva; ópera masiva que no organiza el Teatro Municipal; derechos de autor aparentemente no respetados por la SCD; una empresa de TV cable que amputa a sus asociados canales que expresan diversidad, son acontecimientos recientes en el ámbito cultural que están marcando una tendencia tan novedosa como explicable si somos coherentes con los recientes desarrollos de nuestra institucionalidad cultural.

En efecto, cuando en 2003 se aprobó la creación de un Consejo Nacional de la Cultura con una autoridad colegiada y diversa, estábamos aprobando una manera de estimular el desarrollo cultural diferente a la tradicional. Sólo que los frutos de aquello recién están siendo nítidos al gran público.

Históricamente, las variadas funciones que existen en la vida cultural estaban asignadas a alguna entidad pública o a alguna privada o semi privada que por la vía de los hechos y costumbres se hacía responsable de determinada actividad. Así, la Cámara del Libro se hizo cargo de organizar, desde 1951, el mundo de los editores, distribuidores y libreros y apareció como natural que, unos años después, se hiciera de la organización de las ferias del libro.

Con el tiempo –y la existencia de una institucionalidad cultural abierta a la diversidad- comenzaron a surgir una asociación de editores diferente, empresas organizadoras de ferias culturales, y era cuestión de tiempo que naciera una feria del libro que no fuera organizada por la institución clásica.

Veamos lo que ocurre con la ópera. Desde hace más de 150 años está en manos casi exclusivas del Teatro Municipal. Han tenido que pasar un siglo y medio para que –merced a esa misma institucionalidad, sus fondos concursables y la Ley de Donaciones- teatros de regiones como los de Talca, Concepción, Valparaíso y Temuco se asociaran para montar operas. Lo mismo está aconteciendo con tres universidades relevantes que se han unido para hacer complejos montajes en la Plaza de Armas de Santiago y otros espacios.

Hace cinco años esta experiencia la vivió el teatro. Aunque nacido en el Centro Cultural Estación Mapocho, el Teatro a Mil, dio un salto gigantesco, literalmente, para inundar una amplia diversidad de espacios, tamaños y formatos que han llevado a un FITAM que cada año nos sorprende. Este desarrollo no habría sido posible en la tendencia tradicional y dejando al festival sólo al interior de las puertas del centro que lo vio nacer.

La diferencia es que el Centro Cultural Estación Mapocho nació en 1990, cuando ya soplaban vientos de cambio en el desarrollo cultural y no era concebible la apropiación exclusiva de alguna forma de arte. Es decir, el Centro Cultural Estación Mapocho no nació para hacer teatro, sino para “difundir la cultura” en el sentido más amplio. Cuando el teatro estuvo “difundido”, otras manifestaciones ocuparán esta verdadera matriz o almácigo de iniciativas artísticas.

En un sentido equivalente parece ir la crisis de la SCD, entidad que heredó atribuciones exclusivas de la Universidad de Chile, y que había logrado mantenerse como única en la defensa corporativa de los derechos de autor de creadores e intérpretes musicales. El público auto descabezamiento de sus dos principales líderes no sería ajeno a la existencia de opciones heterogéneas como la que encarnan los llamados creative commons y que han quedado en evidencia en la discusión de las modificaciones a la Ley de Propiedad Intelectual.

Lo opuesto a estas múltiples expresiones de diversidad que se desarrollan en nuestra sociedad lo refleja una empresa, como VTR, que arbitrariamente ha cercenado de la oferta que le contrataron sus clientes a expresiones de culturas habitualmente presentes en el menú nacional como la alemana (DW), francesa (TV5) o la italiana (RAI), junto a la CNN Internacional.
Afortunadamente, una reacción ciudadana, encabezada por las respectiva embajadas ha obligado a la cadena a intentar reparar en parte el daño causado.

Sin embargo, las audiencias no pueden bajar la guardia.

La diversidad se protege a diario.

1 comentario:

  1. Estimado Arturo:
    A propósito de diversidad, riqueza, audiencias, infraestructura.
    Esta semana, lleve a mis queridos Gonzalo Muñoz y Daniela Rubens, amigos comunes según entiendo, a visitar la Biblioteca Regional de Aysen proyecto recién inaugurado y cuyo diseño fuera financiado por la Comisión Presidencial de Infraestructura Cultural del Gobierno del presidente Lagos y la construcción con Fondos Regionales y de la Dibam.
    No había estado ahí desde su inauguración.
    A las seis de la tarde del día miércoles 14 de enero, la biblioteca estaba llena: Niños, jóvenes, estudiando, adultos leyendo el periódico, ¡¡¡una joya!!!!
    Visitamos también en salón de actividades que tiene la biblioteca en el subterráneo y me acordé de ti Arturo y de tu vehemencia para defender el diseño de esta parte del edificio. Tú nos convenciste a todos de que era impensable que la biblioteca no tuviera un salón de actos a su altura, no solo para los usuarios de la misma biblioteca, sino para la comunidad. ¡¡¡Cuanta razón tenias!!!!
    Esta sala inspira a reunirse, a hacer música, teatro, a mostrar pintura, a seminarios….Es en este momento, la sala mas interesante de la región para la difusión del arte y la cultura..
    Al pasear por los pasillos de la biblioteca y sus rincones, revisar la bibliografía actual, el sector de la bibliografía regional, entrar a una sala llena de niños leyendo, recordé estos quince años de dedicación al proyecto….desde el primer informe del Ministerio de Vivienda en el año 1995 que decía que la casa que albergaba la Biblioteca no era apta, hasta lo que llegamos hoy, este magnifico edificio que enorgullece a la comunidad Coyhaiquina sin distinción…
    Esta Biblioteca de más de mil metros cuadrados y más de mil millones de pesos se ofrece como un espacio de encuentro a la cultura en una región llena de desafíos. Uno de ellos, como vemos en esta magnifica infraestructura, ya cumplido.
    Pienso también que para nosotros los que trabajamos en gestión cultural, el regalo que recibimos es que podemos vivir la maravilla de ver realizados nuestros sueños.
    Soñar es gratis y ver cumplidos los sueños, un privilegio.
    Un fuerte abrazo desde Coyhaique,
    Magdalena Rosas

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