El foro organizado por la UNA y la Universidad Autónoma de Recoleta, realizado el martes 15 de junio de 2021, se puede ver en https://www.youtube.com/watch?v=H2aimdPnDx8
Preguntas foro sobre la ley de donaciones culturales
Martes, 15 de junio a las 19:00:
1. Sin perjuicio de que la llamada Ley Valdés no será modificada en este año legislativo, ¿Cuál es su posición respecto a la indicación de levantar una Ley General que, entre otras cosas, plantea la necesidad de darle transparencia a este instrumento?
- La Ley general, no es una ley general, sino una ley de filantropía basada en el modelo EEUU, que prioriza las donaciones a la ecología y la biodiversidad, agregando beneficios a grandes poseedores de tierras (Tomkin) y bajando los aportes al fisco por la actual ley de herencia.
- La Ley CEP pretende rebajar los beneficios tributarios del 50% al 10%, desincentivando más aún a los donantes a la cultura, ya rehacios con el 50%.
- Mi posición es que se debe proponer, a la brevedad posible, -mientras el estado de hace cargo de su rol ausente- una Ley de Reconstrucción Cultural, inpirada en la Ley de Donaciones que, por un tiempo y monto limitados, otorge mayores beneficios tributarios a quienes contribuyan a reconstruir (como en un maremoto o terremoto) a las instituciones y personas que han visto destruídos sus ingresos por la crisis social y la pandemia. Una ley cortísima, que basada en la documentación tributaria en poder del SII otorgue, sin concursos, fondos de emergencia a las instituciones y personas perjudicadas. Considerando un fondo solidario para aquellas instituciones de menor capacidad; con plena transparencia en las asignaciones y considerando aspectos como: propuestas de desarrollo a largo plazo y medidas de protección al trabajador cultural hoy precarizado.
2. Respecto al proceso constituyente ¿Debería fortalecerse la función del Estado en relación a sostener los incentivos tributarios para el desarrollo de las artes y la cultura?
- Por cierto, el proceso constituyente debe abordar globalmente el tema de los derechos culturales como los sociales y económicos, y a la vez comprender normas para que los financiamientos públicos y privados de la cultura no puedan desaparecen como por arte de magia, tal como aconteció durante la dictadura y la pandemia. Ello no puede volver a ocurrir. Si eso pasa por incentivos tributarios, bienvenidos sean pero solo a partir del complemento y mejoramiento de la actual ley de Donaciones.
3. Demás está especificar los efectos que ha tenido la crisis sanitaria sobre la cultura y las artes: espacios cerrados, caída drástica en los ingresos de los artistas, entre otras cosas. Haciendo el ejercicio al revés, ¿Cómo aporta la cultura a la economía en Chile?
- El aporte de la cultura es muy relevante, no solo en cifras de dinero sino en el soporte anímico de la ciudadanía, para evitar “la cultura de la soledad”, como la calificó una de mis alumnas y para mantener y extender los territorios adonde, gracias a las difusiones en línea, están llegando las manifestaciones artísticas. Aquellas que antes estaban a disposición de los vecinos de los espacios culturales, hoy llegan a todo el país e incluso al exterior y al mundo. Debemos prepararnos para poder atender las demandas de esos nuevos públicos que han nacido con la pandemia y el streaming. Esa es una gran oportunidad de ir formando las nuevas audienciassin dejar de profundizar el compromiso con el arte con las audiencias pre pandemia.
- En ese sentido, nos apremia la feroz presencia de la cultura del algoritmo que, por las mismas razones ha penetrado en todo el mundo y que, junto con brindar entretención masiva, va lentamente rebajando los niveles culturales de la población, al transmitir aquello que indica un promedio numerológico que, por razones obvias, se va reproduciendo a si mismo.
4. ¿Cómo podría el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio incentivar o impulsar la vinculación entre organizaciones culturales y donantes o posibles donantes?
- En las actuales condiciones, el citado ministerio, ausente y concursable, tiene mucho menos condiciones para convocar al sector filantrópico que el anterior CNCA que, al poseer un Directorio Nacional que fijaba y evaluaba políticas culturales vinculantes, y por tanto incluía a gestores, premios nacionales, rectores que daban mayor confianza a eventuales donantes que un ministerio monocolor que ha reducido drásticamente la partcipación ciudadana en sus organismos.
- En todo caso, el tema excede aún a ese pasado Directorio, pues tiene que ver con una campaña comunicacional de fomento de la filantropía a nivel nacional y casi diria escolar. Distinguir caridad de solidaridad.
- En ese sentido, a lo menos podría pensarse una iniciativa legal que obligue, como lo hizo la ley del libro y la lectura, a que los impuestos generados por la cultura, sus instituciones y personas, se destinen al mismo sector. Esa información la tiene el SII pues acaba de enviar una cuenta de cómo se invierte el dinero de nuestros impuestos. En mi caso, a cultura y recreación, va un 0.006% de lo que recauda el fisco.
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